Seguramente has escuchado sobre los alebrijes, unas criaturas completamente cautivantes por su originalidad y extravagancia, las cuales tienen origen en México. En el mundo de las artesanías, los alebrijes son algunas de los souvenirs más buscados por los turistas locales y extranjeros, pero aunque es tanta su popularidad, estas piezas artesanales no son tan antiguas como muchos creen, ya que tienen un origen muy peculiar. Por eso, en nuestra nota te revelaremos más sobre la historia del origen de los alebrijes y cómo es que llegaron a ser una realidad en el mundo del arte.
Aunque muchos piensan que los alebrijes tienen origen en Oaxaca, donde miles de artesanos realizan piezas, en realidad la palabra ‘Alebrijes’ se debe al maestro cartonero Pedro Linares en 1964, quien era originario de Guanajuato. De acuerdo con la historia, el maestro, a la edad de 30 años, se enfermó, perdió la consiciencia y permaneció en un profundo sueño, el cual revelaría unas criaturas extrañas que cambiarían su destino. Todo parecía perdido para Pedro Linares y su familia, ya que a pesar de los intentos por resguardarlo, el final de sus días parecía acercarse.
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¿Cómo fue el sueño de Pedro Linares que originó a los alebrijes?
El maestro cartonista explicó que durante su inconsciencia tuvo la sensación de haber estado en un bosque tranquilo, donde atravesaba veredas rocosas, donde se mantenía alerta por algunos ruidos extraños. Cuando intentó dar con aquellos sonidos, se encontró con criaturas extraordinarias que repetían incesantemente una palabra: alebrije. Según, Pedro Linares observó un perro con alas y un gallo con cuernos de toro, ahí mismo se le apareció un hombre que le dijo la salida de ese mundo fantástico, donde argumentó que aún no era su momento para estar ahí.
Cuando el maestro recuperó su fuerza no dudó en comenzar a crear estas criaturas extrañas usando la técnica de cartonería que ya dominaba. A las nuevas piezas comenzó a llamarles alebrijes, así como lo recordaba en su sueños. Poco a poco, la artesanía comenzó a tomar fuerza a mitad del siglo XX, poco tiempo después la artesanía alcanzó una popularidad inusual que llevó a Pedro Linares a exponer sus piezas alrededor del mundo; tanto fue el impacto que le entregaron el Premio Nacional de Ciencias y Arte en 1990, luego dos años más tarde, Don Pedro murió a los 82 años de edad.
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Sin embargo, la pieza de los alebrijes tomaron tanta fuerza en México que se siguieron reproduciendo, uno de los lugares que tomó mayor significado en esta pieza artesanal es Oaxaca. En los poblados de San Antonio Arrazola y San Martín Tilcajate, la mayoría de los habitantes se dedican a la creación de los alebrijes tallados en madera de copal. Cada diseño es único e irrepetible, ya que para la elaboración de un alebrije no se usan moldes como ocurre con otras artesanías. Todo el proceso y resultado es conjunto de la creatividad de cada artesano.