Carlos Rivera es uno de los artistas mexicanos más importantes del momento debido a su gran talento musical, actoral e interpretativo en el escenario, que se ha posicionado en México, pero también a nivel internacional. El ganador de la tercera edición del reality show 'La Academia' siempre se ha mostrado orgulloso de su tierra natal, Tlaxcala, pero también del Pueblo Mágico que lo vio crecer, Huamantla; tanto así que hasta hizo un breve documental sobre La noche que nadie duerme, una de las tradiciones más esperadas de Huamantla, ya que se llevan a cabo los hermosos tapetes coloridos de aserrín, que año con año son diferentes.
La noche que nadie duerme es llamada así porque las familias de artesanos se reúnen cada 14 de agosto para realizar hermosos tapetes de aserrín de vivos colores y flores, que cubren más de seis kilómetros de calles para honrar a la santa patrona de la Virgen de la Caridad. Por eso, Carlos Rivera quiso proyectar parte de este evento, donde miles de turistas nacionales y extranjeros llegan para apreciar el arte de este evento.
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La noche que nadie duerme: Así vive Carlos Rivera una de las hermosas tradiciones de Huamantla
El intérprete de 'Que lo nuestro se quede nuestro' es un amante de los viajes, pues recientemente compartió fotos de su increíble luna de miel junto a su esposa Cynthia Rodríguez, donde visitaron parte de Egipto, España e Israel, pero en el corazón de Carlos Rivera siempre está presente el Pueblo Mágico de Huamantla. Hace unas semanas compartió el sencillo 'Te Soñé', donde mostró gran parte de las bellezas naturales y tradiciones de Huamantla.
Sin embargo, muy pocos conocen el pequeño documental de Carlos Rivera sobre La noche que nadie duerme, una de las tradiciones más impresionantes de México, que incluso ha llegado a otras partes del mundo, donde el cantante de 36 años muestra parte de la creación de los tapetes de aserrín y explica parte de lo que significa este evento, que cada mes de agosto llena de fiesta a Huamantla, Tlaxcala.
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"Se denomina 'La noche que nadie duerme' porque todos los vecinos de las calles, de 7 kilómetros, llenan de aserrín pintado de colores con hermosas figuras para ver pasar a la Virgen de la Caridad, la Santa Patrona de nuestra ciudad. Cada calle coopera y entre ellos hacen estos tapetes, algo que lo hace mucho más entrañable".
De acuerdo con Carlos Rivera, esta es una de las tradiciones que más le fascinan, pues creció viendo estos hermosos tapetes y sin duda le siguen emocionando cada vez que visita. "Me hace recordar de dónde soy, de dónde vengo, de mis raíces, para ver cómo ha sido mi camino para llegar hasta dónde estoy ahorita".