Hoy se cumplen 21 años de los atentados del 11S, esa mañana de septiembre de 2001 cuatro aviones fueron secuestrados para estrellarlos contra cuatro de los edificios más emblemáticos de Estados Unidos: Las Torres Gemelas WTC (la norte y la sur), la pared oeste del Pentágono, cerca de Washington DC. Y un cuarto avión apuntaba posiblemente contra el Capitolio o la Casa Blanca pero se estrelló en una zona rural de Shanksville, en Pensilvania.
Fueron 149 minutos de terror que cambiaron para siempre al mundo y la forma de viajar en avión. Los vuelos secuestrados fueron el 11 de American Airlines, el 175 de United Airlines, el 77 también de American Airlines y el vuelo 93 de United Airlines. Ese día casi 3 mil personas perdieron la vida, fueron 19 los secuestradores que llevaron a cabo los atentados. Desde entonces la forma de viajar en avión cambió para siempre.
Te podría interesar
Cómo cambió la forma de viajar en avión tras el 11S
Antes del 11S volar era menos complicado, no había tantos controles de seguridad y las revisiones en los filtros eran menos exhaustivas, tampoco había largas filas en los puestos de control ni causaba tanto estrés ni tanta espera. A partir de los atentados, la forma de volar se modificó y condujo a medidas de seguridad extremas y llenas de tensión. Los aeropuertos del mundo, cambiaron sus reglas para evitar que se repita un suceso como el de aquella mañana de septiembre de 2001.
Luego de dos meses de los ataques de la red terrorista, Al Qaeda, el entonces presidente George Bush firmó la legislación para crear la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) que es una organización y fuerza de inspectores de aeropuertos federales que reemplazaba a las compañías privadas encargadas de la seguridad en los aeropuertos.
Te podría interesar
Dicha ley obligaba a la revisión exhaustiva de todas la maletas facturadas, la instalación de más oficiales aéreos así como reforzar las puertas de todas las cabinas. Desde entonces, se implementó también el cambio en la revisión de las personas al pasar por los filtros de seguridad en los aeropuertos, ahora deben quitarse los cinturones, se prohibieron objetos que pudieran ser manejados como armas y comenzó a revisarse el calzado.
También se reguló la cantidad de líquidos que los pasajeros deben llevar en sus maletas (no mayor a 100 ml) y se crearon los programas de viajero frecuente y de confianza como Global Entry y Pre Check, con el que los viajeros pueden evitar los filtros de seguridad luego de pagar una cantidad y proporcionar información personal sobre ellos, como verificación de antecedentes penales, lugares de residencia, entre otros datos. Asimismo, las aerolíneas y consulados ahora tiene derecho a la revisión de sus publicaciones en redes sociales para identificar a posibles pasajeros de riesgo.