Alrededor del mundo existen diversos sitios naturales y arquitectónicos que, pese a que ya tienen muchos años de existencia, siguen siendo estudiados y se han dado nuevos hallazgos, como es el caso de la Muralla China que, recientemente, un grupo de investigadores encontraron 130 puertas secretas.
Por sí sola, la construcción de la Muralla China se considera como una de las siete maravillas del mundo gracias a su espacio arquitectónico único, pues sus 21.000 kilómetros de longitud resaltan en medio de la naturaleza de la región china. Esta fue creada entre el siglo V a.C. y el siglo XVI, y abarca desde la frontera con Corea hasta el desierto de Gobi.
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Pero, a varios años de su construcción, todavía cuenta con secretos que habían pasado desapercibidos; recientemente, el medio ‘Xinhua’ informó que un grupo de investigadores provenientes de la Universidad de Tianjin, lograron hallar más de 130 puertas secretas, de las cuales sólo se sabía de su existencia en libros.
¿Para qué servían las 130 puertas secretas que fueron descubiertas en la Muralla China?
Considerado como uno de los descubrimientos más importantes en los últimos años, estas más de 130 puertas secretas que se localizan en la Muralla China eran todo un misterio para los investigadores, pues se hablaba de ellas en antiguos textos de diferentes dinastías chinas.
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En estos documentos antiguos se registraban las formas de vivencia de cada dinastía, por lo que se mencionaba que estas más de 130 puertas secretas de la Muralla China eran de gran utilidad, por ejemplo, servían como vías de comunicación y operaciones de comercio, ya que por aquí los mercaderes transportaban su mercancía.
Incluso, algunas eran tan grandes que llegaban a pasar dos caballos al mismo tiempo, según los explicó Zhang Yukun, profesor de la Universidad de Tianjin. Pero, su construcción tenía el objetivo de camuflarse entre el resto de la construcción, razón por la que en mucho tiempo no fueron vistas.
Pero estas puertas secretas, que eran cubiertas con una fina pared de ladrillos, también tenían un fin de seguridad, pues los defensores de la Muralla China podían romper esta pared desde el interior para atacar de manera sorpresiva al enemigo.