A tan sólo unas semanas del Día de Muertos, la temporada de catrinas, pan de muerto, eventos de terror y noches de leyendas han comenzado, en distintas partes del país, y uno de los destinos imperdibles para visitar durante esta festividad es Oaxaca, uno de los destinos más mágicos y místicos, en donde sus calles son adornadas con monumentales tapetes de aserrín, ofrendas y danzas.
Esta entidad resguarda aterradoras leyendas que harán temblar las piernas y te podrán a sudar, y han sido parte esencial de algunas de las tradiciones de Oaxaca. Por ello, te contamos las más terroríficas para espantar a los amigos, sobrinos o durante una pijamada de “terror”.
Te podría interesar
La leyenda de “La Matlazihua”
El poblado oaxaqueño de Miahuatlán de Porfirio Díaz resguarda una de las historias más aterradoras, se dice que en la madrugada una mujer vestida de blanco ronda por las noches para seducir a los hombres borrachos, a los cuales hipnotiza, y al amanecer aparecen heridos, espantados hasta la locura, o muertos entre las plantas espinosas y barrancos.
Se dice que la mujer se llamaba Santa María, y que su espíritu ronda por el poblado en busca de venganza por el hombre que terminó con su vida, por lo que ahora atormenta a todos los borrachos y mujeriegos que ronde por las calles de este lugar.
Te podría interesar
La Poza Encantada
La poza es real y se encuentra en el río que desciende de la comunidad San Felipe, y aseguran que quien va a nadar a ese lugar nunca regresa. La leyenda cuenta que una joven fue a bañarse a esta parte del caudal y encontró una jícara roja, en donde desapareció.
Tiempo después, aquellos que visitaban y usaban la vasija en la poza eran sorprendidos por la chica que ahora en vez de pies tenía cola de pescado, quien los seducía para hundirlos hasta morir ahogados, se dice que hasta la fecha hay casos de ahogamiento en este lugar.
La leyenda de la princesa Donají
La historia dice que la princesa Donají fue hija del rey zapoteca “Cosijoeza”, y al nacer el sacerdote de Mitla predijo un destino fatal para la bebé, que logró descifrar por el cielo, en el que aseguró su destino estaba sentenciado.
Al ser joven, los zapotecas y mixtecas se encontraban en guerra, y durante una de las batallas conoció malherido al príncipe zapote, de quien se enamora profundamente, y por la cual se finaliza la guerra. El pueblo zapoteco pidió la mano de la princesa como ofrenda de paz.
Una vez en el palacio de Monte Albán, la joven descubre que los zapotecas se encuentran planeando una emboscada contra su pueblo, por lo que decide avisarles, pero es asesinada y su cuerpo arrojado al Río Atoyac, y se dice se convirtió en el lirio más hermosos nunca antes visto. Puedes visitar su tumba en el templo de Cuilapam.