El Día de Muertos, además de celebrar "la visita" de las almas de nuestros seres queridos que ya murieron, nos refiere a muchas leyendas e historias espeluznantes pues es la temporada perfecta para hablar de brujas y fantasmas, sin embargo no todas las leyendas que rodean a esta tradición mexicana son de miedo.
¿Conoces la leyenda de la Flor de Cempasúchil? Sí, la aromática flor que va de tonalidades amarillas a naranjas muy intensas y que nunca falta en las ofrendas, altares y en las tumbas en estas fechas. Detrás de esta flor llamada "de los 20 pétalos", se cuenta una bonita historia de amor.
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¿Cuál es la leyenda de la Flor de Cempasúchil?
Xóchitl y Huitzilin eran dos jóvenes enamorados que desde la infancia tenían este sentimiento el uno por el otro; acostumbraban subir a lo alto de una montaña dedicada a Tonatiuh, el Dios azteca del Sol, a quien llevaban una ofrenda de flores para solicitar la protección y "eternidad" de su amor.
Huitzilin partió a la guerra y cuando la joven Xóchitl se enteró de su muerte, subió a la montaña a pedirle a Tonatiuh que la uniera a su amado; ella se transformó en un botón de flor amarilla, la cual abrió cuando un colibrí se posó sobre sus pétalos. El ave era Huitzilin, quien volvió en forma de colibrí y fue atraído por el color intenso de la flor de cempasúchil.
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Esta leyenda representa el amor eterno, la vida, la muerte y la resurrección; conceptos importantes que engloba la celebración del Día de Muertos para las culturas prehispánicas de México, así que cuando coloques tu altar recuerda esta bonita leyenda para esperar las almas de tus seres queridos los días 1 y 2 de noviembre.