TRADICIONES MEXICANAS

Morelos se prepara para el Día de Muertos con ofrendas colgantes, ¿te lo vas a perder?

Disfruta de una de las tantas tradiciones que hay en México de una forma diferente como lo son las ofrendas colgantes de Morelos

Ofrendas colgantes de Día de Muertos.Conoce dónde se llevan a cabo estas representaciones en MorelosCréditos: Unsplash/ Roger Ce
Escrito en TENDENCIAS el

La tradicional ofrenda de Día de Muertos es uno de los elementos que representa a esta festividad de origen prehispánico que se conmemora en el país entre el 1 y 2 de noviembre. Recuerda que es una celebración a la vida, la memoria, así como a los seres queridos que han fallecido y este altar rinde homenaje a ellos. Así que no pierdas la oportunidad de vivir una experiencia diferente con las ofrendas colgantes que se realizan en Morelos. 

Tal y como lo lees, en Morelos existe un ritual único sobre el Día de Muertos, aquí las ofrendas a los difuntos son colgantes, algo que sin duda es único en su tipo. Se trata de una creencia de que los difuntos vienen de visita al mundo de los vivos en esta festividad; toma nota de dónde se lleva a cabo y vive una experiencia sin igual. 

¿Dónde se llevan a cabo las ofrendas colgantes de Morelos? 

Esta particular forma de celebrar el Día de Muertos se lleva a cabo en el municipio indígena autónomo de Coatetelco. Las ofrendas colgantes son diferentes porque los elementos son completamente meticulosos ordenados, la mesa, conocida como huacapechtle o huentle representa el punto intermedio entre el cielo y la tierra que se cree abre el camino de regreso a las almas de los ancestros. 

La tradición indica que el huacapechtle se forme el mismo día que se va a colocar la ofrenda, así que los hombres deben buscar varas de acahual, hiervas y todo lo necesario para formar la cama. Después se envuelve en hojas de plátano y se cuelga con lazos de mecate, muy gruesos, para que soporte el peso de los alimentos y elementos de la ofrenda. 

En la comunidad las ofrendas colgantes se instalan en la noche del 31 de octubre y permanecen así hasta el dos de noviembre. La tradición acostumbra que tanto las flores como las ceras se llevan al panteón, donde la familia se reúne en las tumbas de sus antepasados.