¿Imaginas ver un desierto lleno de flores? Aunque pareciera algo impensable al tratarse de un desierto, esto ha sido posible en Arabia Saudita, resultado de las abundantes lluvias que han favorecido el crecimiento de flores color morado, un espectáculo excepcional en el noreste de Arabia Saudita. De acuerdo con miles de turistas que visitan este increíble espectáculo, “es fascinante observar como las capas de arena cambiaron de color y se volvieron lilas”.
Cabe destacar que desde finales del año pasado las lluvias invernales provocaron inundaciones mortales en algunas regiones del Oeste de ese país, hecho que dio paso al crecimiento de las flores. Debido a que se trata de un espectáculo peculiar y muy poco común, los habitantes de la región han acordado alejar a los camellos para impedir que coman las flores.
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Según explican los ciudadanos y visitantes, este espectáculo solo existe entre 15 a 20 días al año, por lo que un gran número de personas viajan largas distancias para observarlo, pues se han registrado visitantes tanto locales como de países vecinos. Los turistas suelen llevar alfombras y sentarse en las dunas para observar el desierto ahora morado, además hay quienes llevan casas de campaña, hacen fogatas y cocinan, mientras tienen de fondo este espectáculo.
¿Qué hacer en Arabia Saudita?
En 2019 el reino de Arabia Saudí decidió abrir sus puertas a los turistas extranjeros y, desde entonces, cada vez más gente lo empieza a considerar para vacacionar y conocer más sobre su cultura, principalmente después del Mundial de Qatar 2022. Tiene increíbles paisajes desérticos y costeros, además de modernas ciudades y sitios arqueológicos fabulosos. La mayor parte del país es desértico, aunque también tiene montañas de 3,000 metros de altura, como las de Asir, en el suroeste, cubiertas de enebro.
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De igual forma en la costa del Mar Rojo, famosa por sus playas y arrecifes, hay resorts y sitios de buceo de lujo que han ganado fama mundial. La diversidad es aún mayor porque, además de los arrecifes azules, el oasis de palmeras de al Hofuf; y las sinuosas calles y mercados de especias de Jeddah, donde los locales se sientan en las mesas de los cafés, fumando pipas de agua y jugando al backgammon bajo las luces de la calle