Las quemaduras por exposición al sol son más comunes durante las temporadas vacacionales, por lo que es de suma importancia tomar todas las medidas necesarias para evitar accidentes y sobre todo cuando se trata de vacacionar con niños, ya que su piel es mucho más sensible y cualquier daño o herida puede causar un mayor daño a corto y claro plazo.
Si tienes planeado un viaje a la playa en familia, toma en cuenta los siguientes consejos para mantener a toda la familia y principalmente a los niños protegidos de los efectos del sol. Recuerda que, según la Academia Estadounidense de Dermatología (American Academy of Dermatology, AAD), obtener quemaduras solares antes de los 20 años de edad aumenta el riesgo de melanoma en un 80 por ciento.
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Consejos para cuidar del sol a los niños
1. Evita la exposición solar en las horas centrales del día
Los rayos solares son más fuertes y perjudiciales entre las doce y las cuatro del día, por lo que no es recomendable que los niños estén expuestos durante estas horas. También la altitud aumenta la peligrosidad del sol, así como algunos tipos de nubosidad. Sin embargo, si tu hijo se encuentra expuesto, aplica constantemente bloqueador solar. Sé cuidadoso si están en la playa, debido a que la arena y el agua reflejan la luz solar e incrementa la cantidad de radiación UV.
2. Usa bloqueador solar infantil
Una hora o mínimo 20 minutos antes de salir, aplica protector solar con factor de protección FPS 30 o superior en la piel que no esté cubierta por la ropa. Antes de aplicarlo, realiza una prueba aplicando una pequeña cantidad en la espalda del niño para observar si tiene una reacción alérgica. Aplícalo cuidadosamente alrededor de los ojos, evitando los párpados. Es importante que la crema este formulada con filtros físicos, estos actúan a modo de pantalla impidiendo que el cuerpo absorba la radiación solar. Vuelve a aplicar la crema cada dos horas; sobre todo si el niño se ha bañado o ha sudado mucho.
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3. Gafas de sol
Es necesario que las gafas tengan una protección 100% frente a los rayos UV, las que mejor protegen los ojos y la piel que los rodea son las gafas de tipo envolvente.Pasar varias horas bajo el sol sin protección puede nublar la visión o causar enfermedades en el futuro. Lo más recomendable es usar lentes de sol que envuelvan los ojos y que bloquean el 99 o 100 % de los rayos UVA y UVB.
4. Ropa adecuada
La mejor protección para los niños es aquella que crea una barrera física entre los rayos del sol y la piel, por lo que lo más recomendable es utilizar ropa anti-UV que ofrece el nivel máximo de protección solar (UPF50+). Existen gorras, camisetas, pantalones y bodys completos que están hechos con tejidos que bloquean el 98% de los rayos UVB y el 95% de los rayos UVA. Dichas prendas se pueden mojar, son ligeras, transpirables y secan muy rápido. En caso de no contar con este tipo de ropa, lo más conveniente es vestir a los niños con prendas frescas y ligeras, preferiblemente de algodón, ya que este tipo de tejido permite la transpiración de la piel y ayuda a mantener al niño a buena temperatura.
5. Mantenlos hidratados
La hidratación es imprescindible todos los días para proteger a los niños del sol del verano. Aunque el pequeño puede no manifestar el deseo de beber agua, se le deben suministrar pequeñas cantidades cada dos horas, aproximadamente. Evitar los refrescos o gaseosas, debido a que contienen azúcar. Puedes ofrecerle frutas y verduras frescas como sandía, banana, fresas, cerezas, jitomates o zanahorias, esto evitará que sufra algún golpe de calor.
6. Regula su temperatura corporal
La capacidad de regulación corporal de un niño menor de tres años es limitada. Por ello, al exponerlo al sol podría sufrir un golpe de calor. Para lograr una regulación sin choques térmicos, duchar al niño con agua templada, ya que, si se hace con agua muy fría se puede producir un efecto rebote y sentirá un calor más fuerte después de bañarse. Otra opción es rociar agua templada en los pies, las manos y la nuca, o en las partes que van a estar expuestas al sol.
7. Busca la sombra
Evita que los niños estén afuera a medio día cuando los rayos UV del sol son más fuertes. En caso de encontrarse fuera durante dicho horario, busca que permanezca bajo la sombra de un árbol o sombrilla, toldos o incluso en una carpa. Sin embargo, ten en cuenta que la sombra no ofrece una completa protección contra el sol.
8. Evitar exponer a bebés
Los menores de un año nunca deben ser expuestos directamente al sol y tampoco deben emplearse fotoprotectores con ellos. Hasta los 3 años, la capacidad de respuesta de la piel no está bien definida, por tanto, la exposición ha de ser limitada