De las especies animales que más cautivan e intrigan por su capacidad de regenerarse así como los atributos curativos que le dan tras años de estudios en laboratorio, está el ajolote, y en México contamos con varios tipos de este animalito clasificado dentro de los anfibios. Si te interesa saber todo de quien embellece los actuales billetes de 50 pesos mexicanos, en el cual se representa el ecosistema de los ríos y lagos, en la Ciudad de México puedes hacer un recorrido para aprender más de él.
Aunque hay zonas lacustres en donde aun podrían conservarse pero alejadas de las áreas metropolitanas, por ejemplo, en el Estado de México, específicamente en el municipio de Tecámac hace años los pobladores encontraron a estos anfibios en un jagüey, y ahí comenzaron a adaptar un sitio para su cuidado y reproducción, sin embargo, para no salir de la Ciudad de México, te contaremos dónde puedes interactuar con estas tiernas criaturas.
Te podría interesar
¿Dónde puedes hacer un tour interactivo con ajolotes en la CDMX?
En la alcaldía de Xochimilco, en la Ciudad de México está un Ajolotario, donde tendrás las mejores explicaciones por parte de médicos veterinarios y biólogos especialistas que te aportarán su conocimiento en el tema del también llamado "Monstruo de agua". El recorrido dura aproximadamente 45 minutos, para que aprendas y conozcas de cerca a este anfibio nativo del Valle de México, y que por supuesto, es de los habitantes favoritos de los canales de Xochimilco.
El Ajolotario de Xochimilco está en la calle Colmena No. 8, en el Barrio de la Guadalupita, y maneja un horario de lunes a domingo de 8 de la mañana a 6 de la tarde. El costo de entrada es de 100 pesos para los adultos y 50 pesos para los niños; aplican descuentos a los adultos mayores que vivan en esta alcaldía si presentan las credenciales del INAPAM e INE, así como para las personas de la tercera edad en general, maestros, alumnos y discapacitados.
Te podría interesar
Así que no te pierdas este increíble recorrido en el hábitat de los ajolotes; dentro de las características que asombran al ámbito científico es su capacidad para regenerar órganos y tejidos dañados, por lo que su genoma está en la mira como la clave para combatir enfermedades como el cáncer.