La visa americana es el documento necesario es indispensable para ingresar, como ciudadano mexicano, a los Estados Unidos. Sin ésta será imposible ingresar al territorio y disfrutar de lo mucho que ofrece este país, mismo que se abre mucho al turismo y que cuenta con algunas de las ciudades más importantes del mundo.
Sin embargo, tramitar la visa puede ser un martirio para muchas personas, y es que el miedo de la entrevista y que nieguen este documento los agentes consulares siempre está vigente, y es que el precio que se paga por el trámite es elevado, sobre todo luego que en mayo pasado subieron los costos de los diferentes tipos de visado.
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En caso de que tu trámite ya inició y te negaron la visa, te contamos lo que pasa con el dinero que pagaste, es decir, los 185 dólares estadounidenses, ya que es una inversión que puede ser un sacrificio económico para muchas personas que ahorran para juntar el recurso necesario para realizar este proceso.
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¿Se puede recuperar el dinero de la visa americana si me la niegan?
La visa más común que piden todos los mexicanos es la B1 y B2, las cuales son las de negocios y turismo. De acuerdo con la página oficial del Departamento de Estado de los Estados Unidos, si se te niega la visa, el dinero que invertiste no es reembolsable, por lo que no recuperarás lo que pagaste por el permiso.
Lo que puedes hacer es reintentar el trámite para obtener la visa, y entonces los oficiales consulares pueden sugerir que apliques a un permiso o perdón, y que una vez que esto pase, puedes realizar una nueva solicitud, aunque nada garantiza que se te apruebe el visado y, lo más importante, es que pagarás de nuevo el mismo.
Hay muchas razones por las que te pueden cancelar una visa, y entre las mismas están que tu país no tiene los vínculos necesarios con los Estados Unidos, que no muestras las pruebas suficientes para regresar a tu país luego de tu ingreso a territorio estadounidense, así como antecedentes penales o de migración negativos.
Lo más importante es que estés tranquilo y compruebes que tienes la solvencia económica para costear tu viaje y demuestres que tu intención no es quedarte en Estados Unidos.