HISTORIA DE MÉXICO

Tzilacatzín, la historia del guerrero indígena que causó terror entre los españoles

Mexica, maestro del disfraz, se enfrentaba con piedras y mazos. Nunca lograron derrotarlo

Tzilacatzin.El guerrero mexica que inspiraba temor entre los españolesCréditos: Unsplash/ Edgar Cavazos/ Wikipedia/ Códice Florentino/
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La Ciudad de México está impregnada de historias fascinantes y un pasado rico en acontecimientos. Entre los lugares que vale la pena explorar se encuentra Tlatelolco, un sitio cargado de historia que ha sido testigo de diversos eventos importantes y trágicos en la historia de México. Reconocer y conmemorar nuestro pasado es fundamental para entender el presente.

Tlatelolco, fundada alrededor del año 1337 por los tlatelolcas, una tribu mexica que se separó de los tenochcas, fundadores de México-Tenochtitlan, es un lugar que ofrece una ventana al pasado. Aunque solo quedan ruinas de algunas edificaciones y estructuras de la antigua ciudad, hoy en día estas conforman lo que conocemos como la Zona Arqueológica de Tlatelolco, y en ellas persisten los ecos de un guerrero que cambió la historia de México: Tzilacatzin

Tzilacatzin: un guerrero legendario

En el año 1521, la caída de Tenochtitlán ante las fuerzas españolas representa un punto de quiebre que redefine la historia de Mesoamérica, particularmente lo que posteriormente se conocería como México. La caída de Tlatelolco señala el fin del dominio mexica en la región y el comienzo de la hegemonía española, que daría lugar a la formación de la Nueva España. 

Sin embargo, antes de la consumación de la conquista, se desencadenaron numerosos episodios de resistencia. Entre ellos emerge la figura de un guerrero, en gran medida eclipsado por la narrativa histórica dominante, pero cuya presencia imponente y enigmática infundía temor incluso entre los conquistadores.

La vida de este guerrero, conocido como Tzilacatzin, está envuelta en misterios y leyendas. Su origen es objeto de diversas confusiones, y las principales fuentes que arrojan luz sobre su figura son el libro "Historia general de las cosas de la Nueva España" de Bernardino de Sahagún, y "Visión de los vencidos", una compilación de Miguel León Portilla.

¿De dónde era Tzilacatzin? 

Tzilacatzin era otomí, pero por confuso que suene esto no hace referencia al pueblo al que pertenecía , sino que en este contexto, "otomí" se refiere al rango que ocupaba como guerrero. Los guerreros otomí cuachicqueh, o guerreros rapados, recibían este nombre no por pertenecer al pueblo hñä-hñü, también conocido como "otomí", sino porque en náhuatl significa "fechador de pájaros", un término con el que se distinguía a los guerreros más destacados del ejército mexica, como era el caso de Tzilacatzin. Él era de Tlatelolco, y su papel durante la toma de Tenochtitlán fue crucial. 

¿Cómo fue su papel en la resistencia?

Cuando los bergantines en los que viajaban los hombres españoles bajo el mando de Pedro de Alvarado llegaron a Tlatelolco, Tzilacatzin los atacó con ferocidad, según las crónicas, utilizando piedras y un macuahuitl, un arma de madera con pedazos de obsidiana incrustados. Se dice que de esta manera logró abatir a varios españoles y a los tlaxcaltecas que eran aliados de los conquistadores.

Según las narraciones oficiales, tras el contraataque sorpresivo hacia los españoles, que resultó en bajas debido a la tenacidad de Tzilacatzin y sus aliados, los conquistadores se retiraron, regresando a sus bergantines. A partir de ese momento, comenzó a circular el rumor sobre un guerrero otomí de gran destreza, cuya letalidad preocupaba tanto a Cortés como a Pedro de Alvarado. Ambos líderes ordenaron su captura o eliminación, pero sus esfuerzos fueron infructuosos, ya que el guerrero empleaba diversas vestimentas y tácticas de combate para evitar ser identificado y convertirse así en un blanco fácil.

Tzilacatzin, una leyenda viva. Créditos: Unsplash/ Oscar De La Lanza

Durante varias batallas, Tzilacatzin desafió a los españoles y se convirtió en una leyenda como un guerrero de muchas facetas, conocido por su destreza letal con las piedras. Poseía un cuerpo robusto y era un combatiente excelente. Sin embargo, tras la caída de Tenochtitlán, los registros históricos sobre su destino son escasos. No se conoce su paradero posterior ni se tienen detalles sobre su vida después de la conquista. Su historia se pierde en el misterio una vez que concluyeron los eventos de esa época.