Una de las profesiones científicas y culturales más importantes del mundo es la Arqueología, así que para rendir tributo a los arqueólogos este 3 de mayo, te vamos a presentar los tesoros históricos que fueron hallados en México y que revelan más de nuestra cultura, así como de las condiciones de vida que hubo en el planeta. El Día del Arqueólogo es un recordatorio de su labor e importancia al seguir revisando y estudiando parte de la historia de la humanidad.
Gracias a la labor de los arqueólogos se pueden conocer y estudiar las sociedades de otros tiempos por parte de los restos humanos, vestigios, pirámides, monolitos, objetos, etc. La labor de los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia han ayudado a que en el país existan 191 zonas arqueológicas abiertas al público en todo el país como parte del patrimonio cultural y en la zona de Quintana Roo, Campeche y Yucatán es donde más proliferan estos sitios.
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¿Cuáles son los hallazgos arqueológicos más importantes en México?
Piedra del Sol: al lado sur de la Plaza Mayor de la CDMX se encontró la famosa Piedra del Sol, que después de trabajos de conducción de agua y empedrado se encontró. Se dice que este monolito fue retirado del Templo Mayor y lo colocaron al poniente del Palacio Virreinal, boca arriba en la Plaza Mayor, que hoy en día fue el Zócalo. Los grabados cuentan con símbolos de las eras cosmogónicas, así como la relación del sol con el sistema solar.
Tumba de Pakal: se encuentra al interior del Templo de las Inscripciones en Palenque Chiapas y fue hallada por el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier en 1852. Se trata del monumento funerario más importante de Mesoamérica y cuenta con una increíble decoración, una lápida que cubre al sarcófago y ricos objetos. El INAH ha afirmado que es la ofrenda funeraria más importante del México prehispánico y del mundo maya.
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Monolito de Tlaltecuhtli: en 2006, en las calles del Centro Histórico de República de Argentina y Guatemala de la CDMX, se encontró este increíble monolito , donde se puede apreciar el ciclo de la vida y de la muerte. Puedes verlo en el Museo del Templo Mayor y es una pieza de 4.17 por 3.62 metros y pesa 12 toneladas.