HALLAZGOS INAH

'El hombre de Bilbao': INAH encuentra restos de un cazador de miles de años en el desierto de Coahuila

El hallazgo fue descubierto en el desierto de Coahuila y es un esqueleto humano cuyas características datan del 700 y 1000 años antes del presente

Hombre de Bilbao.El hombre corresponde a una edad de 20-30 años al momento de morirCréditos: INAH
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Un sorprendente hallazgo se dio en las orillas de la antigua laguna de Viesca, en las altas dunas de arena del desierto de Coahuila, donde se encontró los restos de un hombre, llamado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como 'El hombre de Bilbao' cuyas características son las de un cazador o recolector que data de entre 700 y mil años antes del presente. 

Además de este histórico hallazgo, las autoridades han descubierto un nuevo sitio arqueológico, cuya presencia de cazadores-recolectores era en esta zona hondonada del paraje. De acuerdo con el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, este hallazgo fue bautizado como 'El hombre de Bilbao' por parte de la Fiscalía de Personas Desaparecidas de Coahuila. 

¿Qué significa el hallazgo del 'Hombre de Bilbao' en el desierto de Coahuila? 

De acuerdo con Diego Prieto Hernández, director general del INAH, este hallazgo es un acontecimiento para el estudio de poblaciones del norte de México y para la antropología física mexicana. No solo eso, también se conoce más de cómo las dunas de arena tratan a los restos óseos, mismos que permanecieron sepultados por siglos hasta que el desplazamiento de la actividad turística los arrojó a la superficie. 

Los primeros estudios señalan que los restos óseos representan a un joven hombre de entre 20 y 30 años de edad al momento de morir, que debió tener una vida nómada físicamente azarosa. Además del esqueleto se hallaron materiales que van desde conchas marinas, una hora de pedernal blanco, un cuchillo enmangado, característico de los cazadores- recolectores nómadas que habitaron a la región desde el poblamiento de América hasta el siglo XVIII. 

 “No fue un sitio para enterrar muertos ni tampoco hay una sola evidencia de que el cuerpo haya sido preparado, lo que lleva a pensar que el individuo estaba en su campamento cazando o pescando y algo le pasó o estaba enfermo”, así lo comentó el investigador del Centro INAH en Coahuila, Yuri de la Rosa Gutiérrez.