RECORRIDOS POR LA CDMX

Lluvias en CDMX: La leyenda de la cabeza de león en Madero y la inundación en la capital

Tal vez no te has dado cuenta de la existencia de esta desgastada escultura al recorrer la capital del país; esta es su historia

CDMX.Interesantes datos históricos de la capital Créditos: Pixabay/mike_ramirez_mx/dimitrisvetsikas1969/Ilustrativa
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La Ciudad de México, también llamada “Ciudad de los Palacios” por sus majestuosas construcciones en el primer cuadro como los palacios de Bellas Artes y el Postal, resguarda una importante historia desde tiempos prehispánicos, ya que fue aquí la antigua Tenochtitlán, una ciudad entre lagos y en la que los mexicas construyeron las chinampas para cumplir las funciones del cultivo.

Caminar por el Centro Histórico de la CDMX y sus alrededores, siempre es un recorrido reconfortante entre el pasado, las leyendas y el actual dinamismo que gira principalmente entorno al comercio, sin embargo, si eres un viajero observador, tal vez te has topado con una cabeza de león labrada en piedra y que muestra el desgaste y erosión del paso del tiempo.

Se trata de una “marca” o recordatorio de un evento meteorológico que fue más bien una desgracia en la capital del país, ya que a los dos metros de altura que se ubica dicha cabeza de león, fue que llegó el nivel del agua tras una lluvia que duró 36 horas y dejó miles de pérdidas humanas. Si no sabías de esto, te contamos cuándo fue y en qué calles encontrarás el león.

¿La has visto?/Foto: Facebook Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México

¿Dónde está el león que marca la inundación de la CDMX?

En la esquina que forman las calles de Francisco I. Madero y Motolinia, en la colonia Centro, permanece inerte la cabeza de piedra de un león, que fue colocada como un recordatorio del nivel que alcanzó una inundación en tiempos de la Nueva España; poco más de dos metros de alto por unas 36 horas ininterrumpidas de lluvia en 1629.

Al 21 de septiembre de 1629 se le recuerda como el día del diluvio de San Mateo, en honor al santoral de dicha fecha, cuando la capital de la Nueva España sufrió las consecuencias de las intensas y torrenciales lluvias de lo que ahora sabemos es “normal” en la temporada de ciclones tropicales que abarca los meses de mayo a noviembre.

Sin embargo, el trazo de las calles -y drenaje- en esa época no favoreció el pronto desagüe, ya que durante cinco años, el cúmulo de agua de tantas horas de lluvia permaneció estancado, propiciando el uso de pequeñas canoas para facilitar el tránsito entre las calles, convertidas en canales hasta 1634, año en que bajó el nivel del agua.

Cabe recordar que a la ahora Ciudad de México la rodeaban los lagos de Texcoco, Zumpango, Xaltocan, Xochimilco y Chalco, importantes cuerpos de agua que desbordaron ese 21 de septiembre de 1629, dejando inundada a la esplendorosa CDMX que ha visto pasar tantos episodios históricos a los que a la fecha sobrevive.