¿Te imaginas ir a un parque cercano y encontrar un oso meciéndose en el columpio más grande? Eso fue exactamente lo que grabó una cámara en el patio trasero de una casa: un oso pardo corriendo, subiéndose al columpio y balanceándose como si fuera un niño disfrutando su tarde. El video ha sorprendido y enternecido a miles de internautas por la ternura que transmite.
No solo se columpia con emoción, sino que también usa otro columpio a su lado de maneras curiosas. Algunos opinan que lo utiliza como apoyabrazos, mientras que otros creen que intenta “guardar el lugar” para algún amigo oso. Lo cierto es que nos genera muchísima ternura.
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Lo más llamativo llega al final del video, cuando parece que el oso mira directamente a la cámara. Esa mirada inesperada da la sensación de complicidad, como si supiera que está siendo observado. El entorno, un espacio con árboles y columpios, resalta la naturalidad con la que disfruta su tarde.
Aunque parezca increíble, los osos son animales muy juguetones. Siempre que no se sientan amenazados o estén cazando, pueden mostrar una curiosa y divertida faceta. Gracias a internet, es fácil encontrar decenas de videos de osos explorando columpios, toboganes y otras estructuras de parques y jardines.
¿En qué lugares los osos suelen aparecer en zonas urbanas?
Se trata de un oso pardo, especie carnívora distribuida en Europa, Asia templada y Norteamérica, con poblaciones fragmentadas en núcleos dispersos. Su comportamiento lúdico refleja su inteligencia y adaptación a diferentes entornos, aunque su vida diaria está marcada por hábitos de supervivencia muy estrictos.
Cada vez es más frecuente ver osos en zonas residenciales, sobre todo en Monterrey, Nuevo León, y algunas áreas de California. La expansión urbana y la presencia de alimentos fáciles de encontrar, como basura o comida de mascotas, atraen a estos animales a jardines y patios, donde buscan hidratación y alimento.
Durante el invierno, los osos entran en hibernación, acumulando hasta el 75 % de su energía en tejidos adiposos. Preparan su cuerpo con una alimentación especial que incluye hierbas y tierra, lo que permite que los nutrientes se extraigan lentamente mientras permanecen en un letargo profundo. Esta etapa también coincide con el nacimiento de los oseznos, en la que las hembras cuidan a sus crías sin abandonar la madriguera.
Los machos y las hembras tienen áreas de movimiento distintas. Mientras las hembras se concentran en espacios de decenas de kilómetros cuadrados, los machos recorren grandes extensiones. Su movilidad depende en gran medida de la calidad del hábitat, siendo mucho más amplio en bosques boreales poco productivos que en bosques templados más ricos en alimento.
Si llegas a encontrarte con un oso, mantener la calma lo más importante. Retroceder despacio, no dar la espalda, hacerse ver más grande y hablar con voz firme ayuda a reducir cualquier riesgo. Mantener distancia y no intentar alimentarlo permite que el oso siga su camino sin sentirse amenazado, dejando la oportunidad de disfrutar de su presencia de manera segura y respetuosa.