A pocos meses del inicio del Mundial 2026, la fiebre futbolera ya contagió incluso al mundo animal. Un video viral en redes muestra a un grupo de Border Collies jugando con un globo gigante como si disputaran una auténtica final. La escena, filmada en un campo abierto, no solo enternece a miles de usuarios, sino que también demuestra la inteligencia, coordinación y energía de esta raza considerada una de las más brillantes del planeta canino.
Lo que parece un simple juego es, en realidad, una coreografía espontánea. Los perros se reparten turnos, se observan entre sí y se lanzan a empujar el balón sin que toque el suelo. En segundos, el video acumuló millones de reproducciones y comentarios de usuarios que no dudaron en bautizarlos como “la selección canina más tierna del mundo”. Detrás de cada salto y ladrido hay algo más profundo, una manifestación pura de instinto, alegría y cooperación.
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Los expertos en comportamiento animal explican que el juego entre perros no es solo diversión: es un modo de comunicación. Las señales corporales, como el clásico play bow (patas delanteras estiradas y grupa levantada), indican que todo se trata de diversión y no de agresión. Estas “reglas invisibles” les permiten interactuar sin conflictos, incluso cuando la emoción y la velocidad aumentan.
La reacción de estos Collies también tiene una base biológica, jugar libera oxitocina, reduce el estrés y fortalece vínculos tanto entre perros como con los humanos. Es una forma natural de bienestar emocional y mental. En su caso, esta raza canaliza su energía en actividades físicas y mentales complejas, por eso el juego es casi una necesidad diaria.
Border Collies: atletas del instinto y la inteligencia
El Border Collie no solo es un perro bonito; es un verdadero atleta. Criado originalmente para pastorear ovejas, posee una mirada intensa, reflejos rápidos y una mente brillante. Su energía parece inagotable y necesita retos que lo mantengan estimulado. Por eso, actividades como el agility, el treibball o el frisbee son ideales para ellos.
En el video viral, los Collies se organizan de manera natural, algunos empujan el balón, otros esperan el rebote o calculan trayectorias. No hay líder visible, pero sí un sentido compartido del juego. Esa sincronización es resultado de su instinto de pastoreo, que les permite coordinar movimientos grupales con sorprendente precisión.
Un “partido” que va más allá del entretenimiento
Aunque muchos comparan el juego con una “mini Copa del Mundo canina”, lo cierto es que el video tiene un valor educativo. Muestra cómo el ejercicio y la estimulación mental son claves para el bienestar animal. Los especialistas recomiendan ofrecer al menos una o dos horas diarias de actividad combinada con desafíos cognitivos: búsqueda de objetos, juegos de olfato o entrenamientos de obediencia.
De hecho, este tipo de dinámicas recuerda al treibball, un deporte originado en Alemania en el que los perros deben empujar pelotas gigantes hacia una portería, simulando el trabajo de pastoreo. Para los Collies, es la mezcla perfecta entre deporte, instinto y diversión.
Camino al Mundial: espíritu de equipo en versión perruna
En tiempos donde el fútbol acapara las conversaciones y los preparativos del Mundial 2026 avanzan a paso firme, con México, Estados Unidos y Canadá como sedes oficiales, estos perritos futbolistas se robaron el corazón del público. No visten camisetas ni juegan con reglas, pero representan la esencia del deporte: trabajo en equipo, pasión y alegría compartida.
Tal vez no ganen una copa dorada, pero sí lograron un título que ningún equipo humano puede disputar, el de los jugadores más felices del mundo. Y, mientras esperamos que ruede el balón en 2026, estos Collies nos recuerdan que el verdadero juego empieza con una sonrisa, una pelota… y una cola moviéndose sin parar.