¿Alguna vez aceleraste un coche a más de 200 km/h? Esa emoción mezclada con nervios es difícil de olvidar. Ahora imagina duplicar esa velocidad mientras vas sentado, tomando algo y sin un solo bache que arruine el momento. Eso es lo que China acaba de lograr con el nuevo CR450, un tren bala que llega a 450 km/h y que nos tiene a todos con la boca abierta.
Para que te des una idea, un tren bala funciona de forma muy distinta a un tren convencional. Todo es aerodinámico, calculado y supervisado por sistemas que trabajan sin descanso. El CR450 lleva esto a otro nivel con motores distribuidos, materiales ligeros, control avanzado y un diseño que corta el aire. Gracias a eso puede moverse a velocidades que ya empiezan a rozar las de un avión.
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China presentó este prototipo como su nuevo orgullo tecnológico y con razón. El CR450 alcanzó 453 km/h en pruebas, dejando atrás al Shinkansen japonés y al ICE alemán como si fueran parte del pasado. Además, no es solo un tren rápido: llega con dos variantes —CR450AF y CR450BF—, cada una con ocho vagones, la mitad motorizados y la otra mitad no, lo que reduce peso y resistencia sin sacrificar comodidad. Todo esto le da un impulso adicional.
Pero ahí no termina la historia. El CR450 tiene más de 4,000 sensores vigilando todo: la carrocería, el pantógrafo, la seguridad contra incendios y cualquier cosa que se mueva un milímetro fuera de lo normal. También integra un sistema de tracción magnética enfriado por agua y un frenado de emergencia con varios niveles. Incluso lograron reducir el ruido interior en dos decibeles y sumar más espacio para los pasajeros, algo que se agradece cuando viajas a velocidades tan altas.
CR450: el tren chino que rompe récords y redefine la alta velocidad
Si lo comparas con los otros trenes más famosos del mundo, la diferencia es evidente. El Shinkansen llega a 320 km/h, el ICE 3 alemán alcanza los 330 km/h y el CR400 Fuxing chino ronda los 350 km/h. A nivel infraestructura, China también lleva ventaja: ya tiene casi 47 mil kilómetros de vías de alta velocidad y sigue expandiendo su modelo a otros países como Indonesia y Serbia. No por nada Beijing fue sede del Congreso Mundial de Ferrocarriles de Alta Velocidad en 2025.
Durante las pruebas, el CR450 no solo rompió récords individuales. También logró un cruce entre dos formaciones que sumaron una velocidad combinada de 896 km/h, algo digno de una película de ciencia ficción. Y para demostrar su potencia, pasa de cero a 350 km/h en apenas 4 minutos y 40 segundos. Esto es posible gracias a su nariz más larga, una estructura más baja y una reducción de 50 toneladas que le quita al aire cualquier oportunidad de frenarlo.
Obviamente, antes de que cualquiera pueda subirse, el tren debe recorrer 600 mil kilómetros sin fallas. El plan es que empiece a circular en 2026 en la línea Pekín–Shanghái y, un año después, en la segunda línea Chengdu–Chongqing. En esta última podrá correr a su máxima velocidad operativa de 400 km/h, reduciendo tiempos de viaje a niveles que hace unos años habrían parecido imposibles.
China lleva décadas empujando su sistema ferroviario para superar límites que antes parecían intocables. La Expo Internacional de Importaciones de Shanghái mostró el modelo a todo el mundo y dejó claro que el CR450 no es un experimento aislado. Forma parte de una etapa nueva que busca trenes más rápidos, más estables y con menor consumo energético. Incluso exhibieron otros modelos, como trenes maglev y unidades de dos pisos.