Imaginar un descenso de 100 metros bajo tierra puede sonarte casi a una escena de película de terror, y en parte esa es la gracia de la atracción inglesa que circula en redes. Mientras en China hay un elevador que lleva a los visitantes a montañas elevadísimas en segundos, aquí todo va hacia abajo… y hacia la oscuridad.
No es raro que ver que comenten “megalofobia activada” en los videos virales que muestran la atracción en redes. Aun así, miles llegan cada año a vivir el recorrido aunque les suden las manos antes de subirse. ¿Te animarías a descender más de 100 metros al interior de una cueva?
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La experiencia sucede en Gaping Gill, un enorme pozo natural donde el descenso se hace en un elevador especial. La luz desaparece poco a poco hasta que solo queda una negrura que envuelve todo. Suena intimidante, pero está completamente controlado y cada persona va asegurada de pies a cabeza. El sitio es famoso entre espeleólogos, aunque durante un par de semanas al año cualquier visitante puede probar esta aventura tan fuera de lo común.
Imagínate sentado en una silla metálica que cuelga sobre una abertura gigantesca. Un botón, un zumbido y de pronto vas bajando a toda velocidad mientras la cascada más alta de Inglaterra cae a tu lado. La sensación es única: aire frío, paredes húmedas a centímetros y ese vértigo revuelto con nervios y con emoción. Lo que normalmente es un reto exclusivo de profesionales se vuelve accesible para quienes quieren romper la rutina con algo diferente… muy diferente.
Gaping Gill y el elevador subterráneo más impresionante de Inglaterra
El descenso dura cerca de un minuto, pero se siente como una montaña rusa vertical. Al iniciar, el espacio es tan estrecho que casi instintivamente encoges las piernas. Después, el elevador atraviesa la cascada y es imposible no mojarse un poco. Ya más abajo, la cámara subterránea se abre de golpe y frente a tus ojos aparece un paisaje digno de una película de astronautas.
Antes de bajar, debes caminar por un sendero sencillo que pasa por la finca Ingleborough. Es un tramo manejable, con inclinaciones leves y zonas donde hay que avanzar con más cuidado. Después aparecen las carpas del equipo y un voluntario te explica cuánto falta para subirte al elevador. Con el reciente sistema de reservas, las esperas suelen ser más cortas.
Justo antes del turno, entregan el casco y dan una mini charla para que todo quede claro. Al tocar fondo, otro voluntario recibe a cada visitante con una explicación de los puntos clave de la cueva. Ahí empieza la parte más tranquila: caminar por la enorme cámara, ver las tres cascadas internas y tomar fotos mientras todo gotea alrededor. Hay iluminación fija, así que no estarás a oscuras, aunque una linterna siempre suma.
Gaping Gill: guía para explorar su caverna más profunda
El interior es húmedo, pedregoso y con zonas resbaladizas, así que te harán mucho énfasis en avanzar con calma. Si llovió antes, puede haber pequeños arroyos dentro. Pero cuando las condiciones lo permiten, el recorrido es amplio y da para quedarse un buen rato absorbiendo esa atmósfera tan peculiar que no se parece a ninguna otra experiencia turística.
El elevador solo funciona una semana en mayo y otra en agosto. Cada temporada es organizada por clubes de espeleología locales, y todo el equipo está formado por voluntarios que suelen actualizar redes sociales con información del clima, objetos perdidos y noticias importantes. Hoy en día se necesita reservar en línea con anticipación, ya que la demanda subió muchísimo y quieren evitar filas eternas desde la madrugada.
Gaping Gill es una cueva colosal que ha sido estudiada durante casi dos siglos. Desde los primeros descensos con cuerdas y velas hasta las conexiones modernas entre pasadizos, el lugar tiene una historia fascinante. Para un visitante común, la aventura se concentra en la cámara principal, el elevador y la caminata previa. Pero eso basta para salir con una anécdota que contar por años y bajo cualquier pretexto, pues no todos pueden decir que viajaron más de 100 metros hacia abajo para conocer la caverna más imponente del Reino Unido.