A veces olvidamos que el mundo está lleno de milagros e historias extraordinarias. Pero, de pronto, ocurren hechos asombrosos que nos lo recuerdan y conmueven a la humanidad entera. La historia de Adrián Simancas, un joven que sobrevivió tras ser tragado por una ballena jorobada y luego expulsado, es una de ellas.
Imagina estar en una primera cita y que la otra persona te diga: “Una vez me tragó una ballena”. Así lo menciona un comentario en el video viral que ha dejado a millones de personas sin palabras. En las imágenes, se observa a Adrián navegando en su packraft cuando, de repente, es engullido por el enorme mamífero marino.
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Milagrosamente, segundos después, la ballena jorobada lo libera, y el joven emerge del agua, conmocionado pero con vida e ileso. Si alguien te contara esto en una conversación casual, seguramente pensarías que está mintiendo. Pero sucedió de verdad. Y no solo es impactante, sino también profundamente emotivo.
Lo que hace esta historia aún más sobrecogedora es que quien capturó el momento fue el propio padre de Adrián, Dell Simancas. En el video, se puede escuchar su voz con una admirable templanza mientras le da instrucciones a su hijo para que pueda salir del agua. A pesar del estado de shock, Adrián sigue las indicaciones de su padre y logra ponerse a salvo.
¿Cómo se llama el hombre que fue comido por una ballena?
El incidente ocurrió el 8 de febrero en Punta Arenas, una región de la Zona Austral de Chile. Adrián, originario de Venezuela, recorría las aguas del Estrecho de Magallanes en un packraft, acompañado por su padre, quien navegaba en otra embarcación. Todo sucedió en cuestión de segundos.
En una entrevista con CNN, Dell relató la experiencia con una mezcla de asombro y alivio: “Llegamos a la Bahía El Águila y, de repente, el clima cambió, como suele ocurrir en Magallanes. Empezaron a levantarse olas emocionantes y decidí grabar. Justo cuando encendí la cámara, escuché un estruendo atrás de mí, como si una ola se rompiera. Me giré y ya no vi a Adrián ni su packraft. Me preocupé, pero, segundos después, lo vi salir disparado a la superficie, seguido de su embarcación. Luego vi una aleta y comprendí que había sido una ballena. Me tranquilicé porque Adrián estaba consciente".
Por su parte, Adrián compartió su perspectiva de lo ocurrido. Dijo que nunca había visto una ballena de cerca. “Sentí un golpe por detrás. Cuando me giré, noté una textura babosa y vi colores azul oscuro y blanco. Algo me envolvió y me arrastró hacia abajo. Pensé que iba a morir”.
El propio Adrián explicó que las ballenas no pueden tragarse a una persona debido a su pequeño esófago. Su mecanismo de alimentación consiste en succionar todo lo que encuentran en la superficie y, tras detectar lo que les sirve, expulsar lo que no necesitan, tal como ocurrió con él.
Este insólito suceso ha sido comparado con la historia bíblica de Jonás y la ballena, donde un profeta es tragado por un enorme animal marino y luego liberado. Seguramente, más de un amigo de Adrián habrá sugerido que lo llamen Jonás a partir de ahora. Lo ocurrido en Punta Arenas es una muestra de lo impredecible y majestuosa que es la naturaleza. Un momento de terror absoluto se convirtió en un milagro moderno, dejando una historia que Adrián contará por el resto de su vida y que el mundo entero seguirá recordando con asombro.