El equinoccio de septiembre es uno de esos momentos para maravillarse con la precisión del universo. Este evento es oficialmente el inicio del otoño en el hemisferio norte y de la primavera en el sur, equilibrando la duración del día y la noche en casi todo el planeta. Es un recordatorio perfecto de los ciclos naturales.
Este 2025, el equinoccio llegará el lunes 22 de septiembre a las 12:20 horas, tiempo del centro de México. Aunque la explicación astronómica puede sonar técnica, la experiencia de verlo es mucho más sencilla y emocionante: basta con encontrar un espacio abierto, con un horizonte despejado, y dejarse sorprender por la forma en que el Sol recorre el cielo.
Te podría interesar
No hace falta contar con telescopios ni equipo sofisticado para disfrutarlo. Sin embargo, unos prismáticos o una cámara fotográfica pueden ser aliados para capturar el momento. Eso sí, si decides observar directamente el amanecer o el atardecer, recuerda proteger siempre tu vista.
El equinoccio no es solo un fenómeno astronómico: también es un instante para reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza. Desde tiempos antiguos, distintas culturas lo han celebrado como un momento de equilibrio y conexión con los ciclos del planeta. Hoy, muchas personas lo viven como una oportunidad de reconectar con la historia y con el cielo.
Dónde recibir el equinoccio en México
México es un lugar privilegiado para experimentar el equinoccio, pues varias zonas arqueológicas fueron construidas con una precisión sorprendente para alinearse con el Sol. El ejemplo más famoso es Chichén Itzá, donde en la pirámide de Kukulcán puede verse la sombra de una serpiente que parece descender por la escalinata al atardecer en los equinoccios tanto de primavera como de otoño.
Otro sitio imperdible es Dzibilchaltún, también en Yucatán, donde los primeros rayos iluminan de manera exacta el Templo de las Siete Muñecas. En el centro del país, Teotihuacán también es perfecto para recibir la energía de la fecha, mientras que en la Ciudad de México el Templo Mayor te dará la oportunidad de observar cómo la luz se filtra entre las estructuras mexicas. Y hacia Veracruz, El Tajín será el lugar de una experiencia ceremonial para recibir la temporada.
Si prefieres escapar del ruido, hay opciones más tranquilas. Valle de Bravo, en el Estado de México, tiene paisajes de bosques teñidos de tonos otoñales junto al lago, perfectos para un descanso. Otra opción es el Observatorio de San Pedro Mártir, en Baja California, un lugar maravilloso para el turismo astronómico con los cielos despejados, alejados de la contaminación lumínica.
Al elegir dónde recibir el equinoccio, hay que tener en cuenta que septiembre coincide con la temporada de lluvias y huracanes en México. Antes de dirigirte a tu destino, te recomendamos verificar las condiciones del clima para evitar riesgos. Con un poco de planeación, podrás disfrutar de un viaje inolvidable.
Por qué el equinoccio anuncia una nueva estación
El equinoccio ocurre cuando el sol se coloca justo sobre el ecuador de la Tierra, lo que hace que el día y la noche duren casi lo mismo en todo el planeta. Este fenómeno sucede dos veces al año, en marzo y en septiembre, y marca el inicio de nuevas estaciones.
En el hemisferio norte, el equinoccio de marzo da paso a la primavera y el de septiembre al otoño; mientras que en el hemisferio sur ocurre al revés. Esto se debe a la inclinación del eje terrestre: cuando el sol “cruza” el ecuador, cambia la forma en que sus rayos inciden sobre la superficie, lo que modifica el clima, la temperatura y la duración de los días en cada región.