El mundo está lleno de grandes maravillas en todos sus rincones, sitios majestuosos que nos dejan con la boca abierta cada vez que nos atrevemos a explorarlos y a recorrer cada uno de sus espacios. Entre senderos, playas, ciudades y edificios monumentales, todos los lugares tienen algo singular que ofrecer a cada viajero.
Nuestras aventuras a través del planeta no pararán, es por ello que cada vez, buscamos algún punto interesante para conocer, algo que llame nuestra atención, dependiendo de nuestros gustos y del tipo de presupuesto que manejamos, pero siempre en la mejor disposición de tener grandes aventuras en nuestra vida nómada.
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En esta ocasión nos vamos a transportar hasta un singular territorio chileno, que se ubica en el océano Pacífico, concretamente a más de 4,000 kilómetros de Santiago de Chile. Visitar la Isla de Pascua es una experiencia espectacular y única, ya que te asombrarás de sus paisajes, el misterio de los Moais y el pasado de una civilización fascinante.
El misterio de la Isla de Pascual
El nombre más popular con el que se le conoce a esta isla es “Rapa Nui”, el cual le fue otorgado por los navegantes tahitianos que la visitaron en el siglo XIX. Su idioma nativo fue denominado como “Te pito o Te Henua”, que significa ombligo de la tierra, un lugar aislado de la civilización, que encanta a los viajeros por las majestuosas estatuas gigantes o Moais, que resguardan toda esta superficie.
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La también llamada Polinesia Chilena, se localiza a casi 4,000 kilómetros del continente americano y de la isla de Tahití y, a pesar de su remota ubicación, es un destino muy exótico que alberga a más de 70,000 visitantes por año, quienes desean adentrarse en este maravilloso mundo para experimentar una de las mejores vacaciones de sus vidas.
Si viajas a esta isla en el mes de febrero, tendrás la oportunidad de disfrutar de la fiesta de la Tapati y compartirás algunas de las tradiciones de sus habitantes, como las pinturas corporales de sus ancestros, en una fiesta tan mágica, que no querrás dejar este destino por un buen tiempo, ya que sus pobladores son gente amable que te hará sentir como en casa.
Cómo llegar a la Isla de Pascua desde Santiago de Chile
Para poder llegar a la Isla de Pascua desde la CDMX, tienes que hacer una escala forzosa en Santiago de Chile, ya que actualmente, no existe una ruta comercial de vuelos directos desde México hacia este lugar, por lo que deberás buscar la mejor opción que te lleve hasta Santiago, donde tendrás que pasar unas horas, para tomar el vuelo que te conducirá a este mágico destino.
Para llegar a este punto, existe la opción de viajar a través de los servicios de Latam Airlines, la única línea aérea con vuelos regulares desde el Aeropuerto Arturo Merino Benitez, de Santiago de Chile, donde recorrerás una distancia aproximada de 3,759 kilómetros, en un viaje que tendrá una duración aproximada de 5 horas con 40 minutos, hasta tu descenso.
El Aeropuerto Internacional Mataveri de Isla de Pascua, es donde aterrizará tu vuelo, el punto de entrada más habitual para la llegada de los turistas, uno de los destinos aéreos más remotos del mundo, que además cuenta con conexión al aeropuerto de Papeete en Tahití, esta ruta verdaderamente lejana y sorprendente a la cual querrás viajar en tu próximo escape.
También existe la opción de acceder a esta isla a bordo de una embarcación particular, una excelente alternativa para los viajeros más aventureros. El fondeadero principal se ubica en la bahía de Hanga Roa y los veleros que tengan un calendario inferior a dos metros, podrán utilizar el pequeño puerto de Hanga Piko. La Armada Chilena permite viajar a bordo del buque Aquiles, una nave que realiza viajes a este destino.
El Aquiles es un barco que acostumbra a partir en dos ocasiones al año desde Valparaíso, en una travesía por el mar que tiene una duración de siete días, con un costo más económico que un viaje en avión, pero con un número limitado de lugares para los turistas que quieran llegar de esta forma hasta la maravillosa Isla de Pascua.