Ubicado en la Península de Yucatán, en medio de un escenario rodeado de bellezas naturales, se encuentra Hacienda Temozón, legendaria hacienda henequenera del siglo XVII que pasó a convertirse en un gran hotel de lujo con un ambiente provinciano, único en su tipo, con un estilo de abolengo conservado a detalle, esto gracias al arquitecto Salvador Ríos, quien se preocupó por conservar su arquitectura original durante la labor de restauración.
Temozón forma parte del grupo de haciendas históricas que se dispersan por toda la Península de Yucatán: Uayamón, Santa Rosa y San José, hasta1665 la Hacienda Temozón fue la estancia de Diego de Mendoza, descendiente del conquistador Francisco de Montejo, hacia mediados del Siglo XVII se dedicó a la cría de ganado y a partir de la segunda mitad del XVIII, se convirtió en una finca henequenera que exportaba su fibra hacia Estados Unidos, principalmente.
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Qué hacer en la hacienda Temozón
La hacienda Temozón hoy es un alojamiento de categoría gran turismo, aunque aún conserva el antiguo salón de máquinas y el patio del secado. La arquería de la casa principal convoca en una plácida estancia, ahora convertida en restaurante de selecta y tradicional cocina yucateca e internacional. Siguiendo esa ruta, en el traspatio se encuentra un cenote en el que se puede nadar, previa autorización.
Por este detalle, el huésped se traslada a los tiempos de bonanza de los hacendados desde que pone un pie en este sitio, donde la decoración está diseñada al estilo del siglo pasado, además, cuenta con una piscina, con detalles arquitectónicos modernos, ubicada al fondo el edificio de la casa de máquinas que congregó en arduas labores a los campesinos mayas. Cuenta con 28 suites lujosamente amuebladas y una suite presidencial con terraza y alberca privada.
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Pero aunque Temozón transforma las noches en una experiencia mágica por su gran servicio y decoración, está propiedad no estaría en esta listo si no contara con gastronomía digna de jefes de estado, como Bill Clinton, entre otros, quienes han disfrutado de los platillos tradicionales con el toque personal del chef, como la cochinita pibil, la sopa de lima, salbutes, panuchos, queso relleno de alcaparras y el filete de mero al estilo Tikin Xic.
Sin embargo, aunque el hotel es considerado un clásico en Yucatán, también ofrece platillos más experimentales, como el carpaccio de lomo de res en una salsa de chile xcatic y queso parmesano, filete de pescado en salsa de mango, o el salmón en costra de avellana, todos elaborados con ingredientes locales, cítricos orgánicos y brotes extraídos de huertos establecidos en otras haciendas hermanas, como Santa Rosa. Está en el Km 182 Carretera Mérida-Uxmal, Temozón Sur, en Yucatán.