Huatulco es un edén conformado por nueve bahías de encanto salvaje ubicado en la costa oaxaqueña. En este paraíso conformado por 36 playas puedes emprender una aventura para disfrutar de sus paisajes y atractivos. Lo mejor es hacerlo a tu propio ritmo para dejarse atrapar por los encantos de estas costas, la mayoría vírgenes, y saborear su gastronomía, admirar sus atardeceres y explorar sus arrecifes en un tour de esnórquel.
iS no tienes tiempo para recorrer las nueve bahías que conforman este edén, una recomendación que sin duda te encantará es ir a San Agustín, el paraíso costero de Huatulco para escaparse en el verano. Además de entrar en contacto con la naturaleza también podrás vivir increíbles aventuras en sus aguas que parecen piscinas naturales y admirar los atardeceres que pintan el cielo de distintas tonalidades que van del rosa al rojo intenso.
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Qué hacer en Bahía San Agustín
San Agustín es la última de las nueve bahías que conforman las bahías de Huatulco, está enmarcada por islas rocosas y farallones, que se miran a un mar de azul intenso. Cuenta con dos playas de arena clara y suave en las que se puede pasar el día recostado en la arena o en una hamaca y relajarse al ritmo de las olas. Sus aguas son tranquilas y de oleaje suave, ideal para nadar o hacer esnórquel.
Pero más allá de la costa, en mar abierto hay una cueva entre rocas en medio del mar que obsequia un espectáculo natural, se trata de La Bufadora, llamada así por el sonido que hace el mar cuando entra por la caverna y es expulsada a más de diez metros de altura por la fuerza de las olas. Es un espectáculo impresionante que puedes admirar en todo su esplendor desde una embarcación aunque también es posible verla desde el mirador del faro.
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A San Agustín se puede llegar en lancha o por camino de terracería, partiendo desde el entronque a Santa María Huatulco. En sus aguas también se encuentra una de las placas de coral más grandes del pacífico, hogar del caracol púrpura, que se utiliza para teñir textiles, ahora está en peligro de extinción pues desde la llegada de los españoles fue explotado sin control. Como la marea es más fuerte, este rincón sólo se recomienda para buzos expertos.
Lo más recomendable, después de agotar las aventuras en San Agustín es visitar La Ventanilla, un paraíso tortuguero ubicado a 61 km de Huatulco. Es una playa virgen rodeada de esteros y manglares que debe su nombre a una gigantesca roca en forma de ventana que se localiza justo a los pies de la costa. Hoy, las 25 familias que viven aquí están comprometidas en la conservación y protección de todas las especies de tortugas que anidan aquí, como la golfina, la laud y la caguama. Ahí se puede probar la cocina local del mar y recorrer la playa a caballo, además de pasear por la laguna y el estero.