“Cuenta la leyenda que un chamán salió de su casa para caminar y admirar la inmensidad de los bosques. En su largo recorrido decidió dormir y al despertar se dio cuenta que la noche ya había caído, así que regresó a su casa envuelto en una oscuridad absoluta. Apenas llegó, se dio cuenta de que había perdido su valiosa piedra curativa. Decidió esperar hasta que el amanecer para llamar a los animales del bosque y comenzar la búsqueda. Pero ni la poderosa vista del águila o el inigualable rastreo de los coyotes pudieron encontrarla. Entre los animales que participaron en la misión había uno muy chiquito que se sumergió a la tierra y halló la tan ansiada piedra. Como pudo, la cargó y se la entregó a su dueño quien, en compensación, le dio un regalo: una luz lo suficientemente poderosa para iluminar su camino. Y, así, nacieron las luciérnagas”.
Con estas palabras nos dieron la bienvenida al santuario El Encanto de la Luciérnaga, ubicado en el ejido San José Nanacamilpa, Tlaxcala. A una temperatura de 12 grados que, además, amenaza con lluvia, Brenda, nuestra guía, completa el grupo de 24 personas de entre un río de visitantes que espera ver el espectáculo natural.
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En dos filas y con boleto en mano, el grupo apodado “Cocay”, arranca el recorrido. Un primer filtro hace un conteo rápido para no perder a nadie en el camino, a paso firme y explicando la vegetación del lugar. Los abrazos a los árboles son esenciales para crear un contacto con la naturaleza y, por supuesto, tomar la foto del recuerdo.
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Con unos 200 metros ya recorridos, Brenda hace una pausa para recordar que está prohibido hablar en voz alta, sacar el celular para tomar fotos o video y usar lámparas, esto debido a que la luz y el ruido puede perturbar a las luciérnagas.
Pronto, unos pequeños destellos se empiezan a ver en la oscuridad, las llamadas “hadas del bosque” se pasean entre los visitantes y muchas otras se quedan entre la maleza y las copas de los árboles. No es hasta que la oscuridad se apodera del bosque cuando las luciérnagas salen. Es la “tercera llamada” para que el show comience y estas empiecen a danzar. Algunas de ellas, acostumbradas a los visitantes, se posan en sus impermeables, mientras que otras simplemente huyen.
Quienes tienen permiso para sacar fotos con cámaras profesionales buscan el mejor ángulo para captar el espectáculo. Las luces de las luciérnagas se hacen, cada vez, más frecuentes. Los guías nos explican que esto se debe a que es su temporada de apareamiento, lo que confiere a la escena un espíritu aún más romántico.
El recorrido continúa y una brisa gélida advierte que la lluvia está cerca. Las primeras gotas comienzan a caer y las luciérnagas, en plena danza ancestral, se ven interrumpidas y forzadas a ocultarse de la precipitación. El recorrido concluye tras dos horas de avistamiento que parecen haber volado en 15 minutos… como la fugaz luz de las luciérnagas.
Dormir con las luciérnagas
Inaugurado hace un año, Octli se ha convertido en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza. A sólo 15 minutos del santuario El Encanto de la Luciérnaga, cuenta con 12 cabañas tipo glamping, con baño, conexión a internet, enchufes de luz y servicio las 24 horas.
Costo Glamping: Desde 2 mil 500 pesos por persona, incluye hospedaje, recorrido guiado al santuario de las luciérnagas y desayuno continental.
Vuelo sobre Tlaxcala
Ernesto Calva ofrece paseos en globo aerostático sobre los fértiles campos de Tlaxcala, Con una duración de 45 a 65 minutos que incluyen desayuno, brindis y certificado de vuelo.
Pizzas borrachas
La fermentación de la masa con pulque 100% tlaxcalteca, les confiere un sabor único. Gracias a esta combinación, el pan genera un dulzor sutil que dialoga con el queso, la flor de calabaza, el huitlacoche, los hongos y la cebolla caramelizada.
Sabías que…
- Hay 20 santuarios de luciérnagas entre Tlaxcala y Puebla.
- La especie macrolampis palaciosi es endémica de Tlaxcala.
- Las luciérnagas viven de uno a dos años.