Viajar a la playa no siempre implica unas aventuras sin riesgo, existen múltiples factores que pueden ocasionar algunos problemas en tu viaje, y uno de ellos por increíble que parezca puede ser encontrarte con el pez más venenoso de todo el mundo. Y no, no es un tiburón o algún animal de gran tamaño, sino más bien uno de apenas 30 centímetros.
El pez más venenoso del mundo
El mar esconde un sinfín de animales, desde los más pequeños e inofensivos hasta los más grandes y temidos. Sin embargo, el más peligroso de todos se llama synanceia horrida, o mejor conocido como “pez piedra” (pues parece estar formado por rocas) un animal que mide en promedio de 30 a 40 centímetros y tiene un peso de hasta 2 kilogramos. Es considerado el pez más venenoso del mundo debido a que en cada una de sus 13 espinas tiene sacos venenosos, para tener una idea del poder de su veneno, este es tan potente como el de la cobra.
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Lo que debes saber del pez piedra
Hay cinco especies de pez piedra, este pez puedes encontrarlo a pocos metros de profundidad en las zonas costeras del Indo-Pacífico, aunque también existen especies en las costas de Florida y el Caribe. De acuerdo a Muy Interesante, el pez piedra no mata a su presa con el veneno, sino que captura a su presa usando una gran velocidad, le toma apenas 0.015 segundos realizar esta acción. Una de sus grandes características es que puede vivir hasta 24 horas fuera del agua. Si lo ves, no lo provoques ni le temas, ya que no te atacará si no le haces nada, solo usará el veneno como mecanismo de defensa, esta toxina se libera cuando se aplica presión a alguna de sus espinas, es decir, si lo pisas.
¿Qué pasa cuando un pez piedra pica a alguna persona?
La picadura del pez piedra ocasiona en los seres humanos un dolor severo, insuficiencia cardiaca e incluso la muerte de no ser tratado a tiempo. En caso de observar o ver que alguna persona pisa accidentalmente un pez piedra se recomienda usar agua caliente para un alivio temporal y, posteriormente, buscar atención médica inmediata. Algunos reportes indican que en 1959 se descubrió un antídoto para evitar la muerte por su picadura, sin embargo, no evita el dolor.