Una de las épocas que marcaron parte de la historia de Estados Unidos fue durante la prohibición de las bebidas alcohólicas, de 1920 hasta 1933, donde todo su territorio permaneció con un alto contrabando de licor. En este periodo la figura más importante fue Alphonse Gabriel Capone, conocido como Al Capone o Scarface, quien fue uno de los reyes del contrabando. Sin embargo, llegó a pisar tierras mexicanas para poder descansar en uno de los lugares que puedes visitar en la actualidad.
Hijo de inmigrantes italianos, Al Capone era un mafioso que nació en Nueva York el 17 de enero de 1899, pero desde los 14 años comenzó su carrera delictiva en el crimen organizado junto a Johonny Tenorio, quien se convirtió en su mentor en el mundo de las bandas delictivas. Al Capone se convirtió en un mafioso-empresario pero primero se ganó la confianza de la organización. Una vez que se convirtió en un gangster pasó por México, donde no desaprovechó para instalarse en un lugar que actualmente puedes conocer.
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Puerto Peñasco, el lugar donde se hospedó Al Capone
En Puerto Peñasco, Sonora, de nombre Marine Club, este lugar fue indispensable durante la prohibición del alcohol en norteamérica, cuyo turismo de habitantes de ese país floreció en Puerto Peñasco en los años veinte del siglo pasado. Aquí se instalaron dos estadounidenses para poder abrir el hotel casino, donde podrían vender alcohol a otros estadounidenses.
Al Capone llegó a este hotel Marine Club, el cual construyeron con piedras del peñasco; mismo que tenía una gran sala de juegos y diez habitaciones con un largo pasillo, mismo que permitía ver quién entraba y salía del hotel. La aparición del gangster fue en 1928 cuando se le consideró como el enemigo público número uno de Chicago, en una de estas ocasiones huyó a Sonora para esconderse en el Marine Club, justo en la habitación 10, ya que tenía dos puertas, en caso de que necesitara fugarse.
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Puerto Peñasco es uno de los lugares ubicados en la costa noreste del Mar de Cortés, así que es un sitio completamente espectacular gracias a que sus mareas se distinguen por ir acompañadas de atardeceres que se iluminan en tonos rojizos. Al Capone optó por este paraíso mexicano lleno de fauna marina, y de la tranquilidad que tiene al estar posicionada junto al mar. Además, se le reconoce por ser la puerta de entrada a la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, mismo que se declaró como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.