Actualmente, las aguas termales se han convertido en una de las atracciones turísticas favorita de las personas, especialmente, en esta temporada de fríos, pues son ideales para darte un buen chapuzón entre sus cálidas temperaturas. Así, en esta ocasión te hablaremos de las aguas termales en las que los antiguos dioses se bañaban para limpiar su alma y alcanzar las buenas fortunas.
A lo largo del territorio de México es posible encontrar diversos balnearios de aguas termales que se encargan de consentir a sus usuarios y, lo mejor de todo es que existe una gran variedad de este tipo de destinos turísticos, por ejemplo, puedes encontrar aguas termales en reservas naturales, aguas termales en balnearios temáticos, aguas termales en bañeras privadas y mucho más.
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Sin embargo, existe un pueblo que es considerado como el “balneario de los dioses”, porque cuenta con varios lugares en los que las aguas termales son las protagonistas y, según las historias que narran los locatarios, aquí se bañaban los dioses Izanagi e Izanami, por lo menos una vez al año, para consentir su cuerpo y purificar su alma.
Tamatsukuri Onsen, el pueblo de Japón al que acudían los dioses para disfrutar de las aguas termales
Este mágico destino del que te hablamos es Tamatsukuri Onsen, un pequeño pueblo localizado en Japón y que guarda una riqueza cultural única que está estrechamente relacionada con las aguas termales, pues aquí es posible encontrar varias fuentes de temperaturas cálidas.
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Y es que, en Japón, tanto las aguas termales como las duchas son aspectos importantes partiendo de los sutras que han sobrevivido con el paso del tiempo y por las costumbres de las antiguas civilizaciones, por ejemplo, se creía que al bañarse no sólo limpiaban su cuerpo, sino que también purificaban su físico y su alma la dejaban pulcra.
De esta manera, en el sutra Unjitsugyo se adoptó el hecho de que, al bañarse en aguas termales, de río o de cascada, se alcanzaba la máximos virtud, se eliminaban 7 enfermedades y 7 buenas fortunas, por lo que los budistas no pasaron por desapercibido estas prácticas y ahora acuden al pueblo de aguas termales, Tamatsukuri Onsen, para llevarlas a cabo.
Asimismo, la historia del pueblo Tamatsukuri Onsen señala que sus aguas termales fueron descubiertas hace más de 1300 años por la deidad Sukuna-Hikona y que con estas rejuvenecía su piel y curaba las dolencias al segundo baño. Hoy en día, esto tiene una explicación, estas “aguas termales para las diosas” cuentan con componentes que funcionan naturalmente como hidratación para la piel, por ejemplo, el agua alcalina limpia las impurezas a la par de que los sulfatos y el ácido metasilícico.
Debido a esto, también encontrarás diversas tiendas que ofrecen productos cosméticos para aprovechar la fama de las propiedades de las aguas termales, aunque también puedes caminar entre sus santuarios y puentes que parecen escenarios únicos salidos de un cuento de fantasía.