Entre los episodios más trágicos de la historia de la humanidad marcados por la fuerza de la naturaleza se encuentra la destrucción de Pompeya, la antigua ciudad romana, por la erupción del monte Vesubio en el año 79. A lo largo del tiempo, fenómenos naturales de gran magnitud han devastado ciudades, pueblos y comunidades enteras, dejando huellas imborrables en la historia.
En México, existe un caso similar en San Juan Parangaricutiro, un poblado ubicado en el estado de Michoacán. Este lugar, considerado hoy un pueblo fantasma, quedó sepultado casi en su totalidad por la lava del volcán Paricutín, que surgió en 1943 durante un evento que sorprendió al mundo.
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¿Qué pasó en San Juan Parangaricutiro?
San Juan Parangaricutiro fue un pueblo habitado que, junto con otro poblado llamado Paricutín, vivió en 1943 un evento inimaginable. El 20 de febrero de ese año, un campesino llamado Dionisio Pulido se encontraba trabajando en el campo cerca de Paricutín cuando sintió que el suelo temblaba.
De pronto, la tierra comenzó a abrirse, liberando vapor caliente, rocas y estruendos que partían el aire. Este suceso marcó el nacimiento del volcán Paricutín, un fenómeno extraordinario cuyo relato puedes conocer más a fondo en el libro Yo vi nacer un volcán: Historia, Testigos, Recuerdos de Rafael Mendoza Valentín.
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El nacimiento del volcán Paricutín y sus impactantes consecuencias
El volcán, de tipo monogenético (es decir, volcán que surge a partir de una única erupción, con una duración que puede extenderse incluso años), tuvo una erupción que se prolongó por más de nueve años. Durante ese tiempo, la lava cubrió más de 10 kilómetros, pero, afortunadamente, no hubo víctimas humanas gracias a la anticipación y evacuación oportuna.
Sin embargo, los habitantes vivieron momentos estremecedores al tener que abandonar sus hogares repentinamente. El poblado de Paricutín, del cual el volcán tomó su nombre, quedó completamente sepultado bajo la lava, mientras que en San Juan Parangaricutiro es posible visitar la iglesia, cuya estructura quedó parcialmente cubierta por la roca solidificada.
Si deseas explorar las ruinas de San Juan Parangaricutiro, estas están ubicadas en las proximidades de la comunidad purépecha de Angahuan. Este pueblo mantiene vivas sus tradiciones y costumbres, y la mayoría de sus habitantes habla el idioma purépecha.
El recorrido hacia las ruinas puede realizarse a pie o a caballo, con una caminata de aproximadamente 40 minutos. Durante el trayecto, tendrás la oportunidad de practicar senderismo, admirar las montañas y observar cómo la lava petrificada empieza a aparecer en el paisaje.