¿Qué tienen en común los tacos al pastor y los balcones de las calles viejas en Cuzco, Perú? Que ambos son ejemplos emblemáticos de cómo la fusión cultural puede dar lugar a creaciones notables y estéticamente atractivas. Al igual que los tacos al pastor, que son producto de la influencia de la inmigración libanesa en México, los balcones de Cuzco también reflejan la influencia de la arquitectura morisca en la época colonial española. La mezcla de culturas da resultados maravillosos.
Otro ejemplo de esto es el Taj Mahal, una maravilla arquitectónica del siglo XVII, que fusiona influencias persas, islámicas, turcas, indias y del mundo mogol. Inspirado en el Gur-e Amir y la Jama Masjid de Delhi, su construcción empleó artesanos indios cuyo trabajo con mármol blanco y piedras semipreciosas elevó la arquitectura a nuevos niveles. Al mismo tiempo, este emblema arquitectónico ha inspirado diversas obras en todo el mundo y, sin irte muy lejos, puedes visitar en Guanajuato una de las más hermosas.
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¿Cómo es el Tal Mahal mexicano?
La arquitectura en Guanajuato es, sin duda, un atractivo único. Hace falta tan solo recordar el Teatro Juárez o la bellísima Parroquia de San Miguel Arcángel. Pero este sitio, que se inspira y logra recordar al Taj Mahal, es especialmente único por sus influencias indias: El Templo de la Tres Cruces en el municipio de Acámbaro. Además, este templo es sumamente interesante ya que si bien sus inspiraciones son islámicas, está dedicado a la Virgen de Guadalupe.
Este templo fue diseñado por el arquitecto José Ignacio Monroy e inaugurado el 28 de diciembre de 2014. Así como el Taj Mahal es conocido por su origen basado en una historia de amor y tragedia ya que fue encargada por el emperador mogol Shah Jahan en memoria de su esposa Mumtaz Mahal, quien falleció durante labor de parto; este templo es también producto del amor, en este caso a la Virgen de Guadalupe, tan importante en la historia de México.
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La construcción del Templo de las Tres Cruces fue posible gracias a las contribuciones de los migrantes guanajuatenses en Estados Unidos, convirtiéndolo en un símbolo poderoso de la conexión entre la comunidad local y la diáspora. Su fachada es impresionante, con cinco cúpulas doradas que embellecen su estructura y un perfil distintivo de la Virgen de Guadalupe sobre el portón principal. Las torres, construidas con cantera rosa, añaden un toque de belleza local, mientras que una fachada lateral exhibe arcos que reflejan influencias de la arquitectura islámica y persa.