El escuchar la frase ‘Patrimonio de la Humanidad’ nos remonta a increíbles maravillas naturales o construcciones impresionantes hechas por la mano del hombre, sin embargo, existen enigmáticas construcciones que han sido acreditadas con este reconocimiento y en esta nota investigaremos las bellezas y aspectos más notables que hacen que estos lugares hayan sido reconocidas por la UNESCO.
El mejor ejemplo es esta construcción diseñada por el arquitecto Frank Lloyd Wright como casa de descanso para Edgar Kauffmann en 1934, en este lugar la belleza se vuelve una con su entorno, podemos observar las líneas arquitectónicas como un verdadero arte que nos hace apreciar y reconforta nuestros sentidos, así es la Casa Cascada,
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Casa Cascada, fiel representante de la arquitectura orgánica
Frank Lloyd Wright reconocido como el mejor arquitecto de Estados Unidos, invirtió todos sus conocimientos en la Casa Cascada, fiel representante de la arquitectura orgánica que profesaba. Sitio que funde lo artístico del diseño arquitectónico con su entorno natural, de esta combinación surge una obra totalmente funcional de líneas delicadas que se funden con el relieve natural de la montaña, todo adornado por la magnífica cascada de río Bear Run en Pensilvania, EU.
La conjunción de los elementos llega a tal grado, que la propia estructura de la montaña se ofrece para formar los cimientos que sostienen la construcción, la composición de esta obra, de lo que bien podría ser un cuadro increíble de algún paisajista famoso, nos lleva a seguir el camino de la cascada que fluye hasta llegar al lago Bear Run, del que se alimentan los impresionantes pinos del entorno
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La increíble fusión entre naturaleza y la obra del hombre se nota en los ornamentos de mampostería que se hicieron precisamente con rocas excavadas de la montaña que alberga este monumento. Al ingresar a esta construcción es como si entráramos en una gruta lujosa donde puedes sentirte protegido por el espíritu de la montaña, siempre rodeado de increíbles aspectos de un lujo muy delicado.
Esta impresionante casa fue diseñada entre 1934 y 1935 y construida entre 1936 y 1937; emerge como una formación más de la montaña que incluso a veces suele perderse entre los árboles circundantes, y hacer eco del increíble sonido de su caída de agua.
Este sitio perteneció al matrimonio Kauffmann hasta 1963 año en que falleció la pareja. Después de esto el terreno fue donado a la Asociación Western Pennsylvania Conservancy, por el hijo de la pareja Edgar jr.
Sin duda alguna, es uno de los ejemplos que nos muestra que la belleza increíble se encuentra en los detalles más pequeños, el encanto y distinción en la conjunción de un diseño arquitectónico único que obtuvo el reconocimiento como patrimonio de la humanidad en2019.