Desde maravillas mundiales como Machu Picchu, pasando por icónicas montañas como el monte Fuji, hasta ciudades y destinos que son el sueño de cualquier viajero, el 2024 ha sido un año marcado por restricciones en el turismo. Esto se debe en parte a que, tras la pandemia, la industria turística tardó en recuperarse y luego experimentó un crecimiento excesivo, lo que ha representado un riesgo para la preservación de diversas regiones turísticas.
Por esta razón, cada vez es más común restringir el acceso a un número limitado de visitantes. Hoy te mostramos el caso de Pancho Poza, un área designada como Reserva Natural Protegida desde 1992. Con más de 50 hectáreas de bosque de niebla, adornado con cascadas, ríos y piscinas naturales de un profundo color turquesa, este lugar es verdaderamente un paraíso. Pero, ¿ya no se puede visitar?
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¿Cuánto cuesta entrar a Pancho Poza?
El ingreso a la Reserva Pancho Poza, ubicada en el municipio de Altotonga, Veracruz, es gratuito. Sin embargo, recientemente se ha limitado su capacidad a 500 visitantes diarios, por disposición de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema). Esto no incluye las cabañas ubicadas en los alrededores, sino únicamente la zona natural.
Además, diversas asociaciones como "Rescatemos Pancho Poza", "Amigos Defensores del Bosque de Zoatzingo" y "Amigos de Pancho Poza" han unido esfuerzos para poner en evidencia el daño ambiental frente a la Sedema y han solicitado un protocolo para preservar y cuidar este oasis natural.
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Se espera que con el Protocolo de Conservación, Protección y Preservación del Medio Ambiente, el acceso público general esté cerrado por un tiempo. Esto se hace con el propósito de restaurar el sitio tras el daño causado por el uso masivo de las instalaciones naturales y el descuido, además de mejorar la calidad de vida de los ecosistemas que habitan esta reserva.
Dentro de la reserva no se encuentran instalaciones sanitarias como baños o regaderas, ni tampoco hay puntos de venta de alimentos. Sin embargo, debido a la gran afluencia turística, en los alrededores es común encontrar vendedores ambulantes que ofrecen elementos relacionados con actividades acuáticas, comida y bebida. Lamentablemente, muchos turistas arrojan basura en las pozas y en el área de la reserva, lo que ha generado una considerable contaminación. Esta situación también se repite en las zonas designadas para acampar.