La relación entre México y Japón está llena de muestras de respeto y apoyo mutuo. Ejemplos de esto se encuentran en la Asociación México Japonesa o en los monumentos del Parque Hisaya Odori de Nagoya, que representan las culturas prehispánicas de México en Japón, entre muchos otros. Además, ambos países poseen dos de las gastronomías más apreciadas del mundo, lo que ha dado lugar a combinaciones maravillosas como el ramen de birria y los rollos con guacamole.
Por ello, los corazones mexicanos y japoneses se llenaron de alegría con la llegada del Buque Escuela Cuauhtémoc de la Armada de México a las costas de Onjuku, en Japón. Este evento formó parte de las celebraciones del 415 aniversario de amistad entre los dos países.
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El recorrido del Buque Escuela Cuauhtémoc mexicano
El buque, conocido como el "Caballero de los Mares", es donde los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar realizan sus viajes de práctica. Partió el lunes 6 de mayo desde el Puerto de Acapulco para iniciar una travesía de más de siete meses, visitando y continuando hacia más de 10 países con una tripulación de 261 personas.
Durante su recorrido, el buque ha visitado y seguirá visitando países como Estados Unidos, Corea del Sur, China, Filipinas, Singapur, Indonesia, Australia, la Polinesia Francesa y Nueva Zelanda, atracando en un total de 13 puertos y pasando más del 70% del tiempo en mar abierto, según el capitán del buque, Víctor Hugo Moreno.
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El Buque Escuela Cuauhtémoc, histórico desde su primera navegación el 18 de septiembre de 1982, es crucial para la formación de la Armada de México. Aquí, los cadetes practican conocimientos fundamentales como astronomía náutica, cinemática naval y derecho marítimo internacional.
La celebración de los 415 años de amistad entre Japón y México conmemora un hecho histórico significativo. Aunque las relaciones diplomáticas formales se establecieron en 1888, en 1609 ocurrió un evento crucial: el naufragio del Galeón San Francisco frente a las costas de Iwawada (hoy Onjuku) en su regreso de Filipinas a Nueva España. Residentes japoneses rescataron a 317 de los 376 tripulantes. El shogún Tokugawa Ieyasu ordenó la construcción de un nuevo barco, el San Buenaventura, permitiendo a los sobrevivientes regresar a Nueva España en octubre de 1610.