ENAMÓRATE DE MÉXICO

Día del Amaranto: El pueblito de la CDMX que es la tierra del Cielito Lindo para comprar ‘alegría’

Conoce la historia y los usos del amaranto, un grano ancestral que ha acompañado la alimentación y las tradiciones mexicanas durante siglos

Amaranto.Día del Amaranto en Santiago TulyehualcoCréditos: Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
Escrito en DESTINOS el

Cada 15 de octubre se celebra el Día Nacional del Amaranto, un alimento que ha acompañado a los pueblos mesoamericanos desde tiempos antiguos y que sigue siendo parte esencial de la cocina mexicana.Este pequeño grano, también llamado huautli, no solo tiene un gran valor nutritivo: guarda historia e identidad. Incluso llegó al espacio, cuando el astronauta Rodolfo Neri Vela lo llevó por su importancia alimenticia. Hoy, al celebrar el amaranto, se reconoce también a quienes lo cultivan y mantienen viva una tradición que nutre cuerpo y alma.

En Santiago Tulyehualco, un rincón de Xochimilco, el amaranto tiene un lugar en el corazón de las familias que lo han cultivado generación tras generación. Allí, la tierra y el clima se unen para dar origen a una de las mejores semillas del país. Las familias amaranteras no solo siembran, también transforman el grano en dulces, harinas, panes y las famosas “alegrías”, esos bocadillos que muchos recordamos desde la infancia y que siguen endulzando los tianguis y ferias de la ciudad.

Luis Rey Saldaña Xolalpa, productor de Tulyehualco, es uno de los guardianes de esta costumbre. Desde joven trabaja entre las parcelas, tostando y preparando el amaranto con una técnica que aprendió de sus mayores de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Con paciencia logra el punto perfecto para crear las tradicionales alegrías, que hoy elabora en distintos tamaños y sabores. Sus productos mantienen ese sabor a nuez y tierra tostada que los hace únicos, y que incluso se combina bien con frutas secas, miel o chocolate.

El amaranto no solo se usa para dulces. Es un pseudocereal tan versátil que puede transformarse en harina para preparar panes, tamales, galletas, sopas o incluso pastas. También tiene aplicaciones fuera de la cocina, como en cosméticos y alimento para animales. Pero lo más importante es su aporte nutricional: contiene proteínas, lisina, hierro, calcio, fósforo, potasio, zinc y vitaminas del grupo B y E. En pocas palabras, un alimento ancestral que sigue siendo moderno.

Tulyehualco: corazón del amaranto 

Según el Panorama Agroalimentario 2023 del SIAP, la Ciudad de México produce más de 130 toneladas de amaranto al año, ocupando el cuarto lugar a nivel nacional. Dentro de la capital, Tulyehualco es la comunidad con mayor producción, seguida por pueblos como San Nicolás Tetelco y San Juan Ixtayopan, en Tláhuac, y San Antonio Tecómitl, en Milpa Alta. Detrás de esas cifras hay familias enteras que trabajan la tierra y promueven el consumo local como una forma de mantener vivas sus tradiciones.

Además del amaranto, Tulyehualco tiene otro motivo de orgullo: el Museo Cielito Lindo, inaugurado en mayo de 2023 como homenaje a Quirino Mendoza, compositor de la canción más famosa de México. En este espacio se pueden ver objetos del músico y salas dedicadas al amaranto y la nieve. La entrada es libre y abre de martes a viernes de 10 a 19 horas, y los fines de semana hasta las 17 horas. 

La zona agrícola del Teuhtli ha sido reconocida como Zona de Conservación Ecológica, un esfuerzo para proteger el suelo, el agua y la biodiversidad de Xochimilco. Estas áreas son esenciales no solo para los productores, sino para toda la ciudad, que depende del equilibrio ambiental de sus zonas rurales. En este entorno, el amaranto es símbolo de resistencia y herencia cultural.

Visitar Santiago Tulyehualco en el Día del Amaranto es una experiencia completa. Entre sus calles se respira el aroma del grano tostado, los colores de las alegrías recién hechas y la música del Cielito Lindo que parece salir de cada esquina y cantarse en todas las casas.