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Guía de los sitios arqueológicos más asombrosos del centro de México

Los 7 mejores sitios arqueológicos del centro de México para visitar cerca de la Ciudad de México

Zonas arqueológicas.Sitios arqueológicos asombrosos Créditos: Pexels/ Israyosoy S.
Escrito en DESTINOS el

México está lleno de lugares que guardan huellas del pasado, y cada piedra, mural o escultura tiene algo que contar. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tiene registrados más de 49 mil sitios arqueológicos, aunque solo 194 están abiertos oficialmente al público. Son espacios que nos permiten asomarnos al ingenio y la vida de las antiguas civilizaciones que habitaron el territorio, y que cada año sorprenden con nuevos hallazgos.

En el centro del país se concentran varios de los sitios más imponentes y visitados, pero también algunos menos conocidos que tienen historias fascinantes y vistas que te dejan sin palabras. Desde pirámides que rozan las nubes hasta observatorios que siguen el movimiento del sol, estos lugares conectan pasado y presente.

Zonas arqueológicas imperdibles en el centro de México

Por eso, preparamos una guía con siete zonas arqueológicas del centro de México —cada una en un estado distinto— que merecen estar en tu lista de viajes. Prepárate para conocer lugares únicos donde cada visita se transforma en una aventura repleta de historia, arte y paisajes mágicos.

1. Tula, Hidalgo

Antigua capital tolteca, Tula fue una metrópoli de casi 85 mil habitantes hacia el año 1050 d.C. y su extensión abarcaba cerca de 16 kilómetros cuadrados. Su nombre original, Tollan, significa “cerca del tular”, y fue uno de los centros más importantes del altiplano central. Los Atlantes de Tula, esas figuras colosales que representan guerreros, siguen siendo su símbolo más conocido.

Al recorrer la zona se pueden ver plazas, templos, calzadas y esculturas grabadas con increíble detalle. Desde el centro de Tula puedes tomar un transporte colectivo hacia la entrada del sitio, que abre de martes a domingo de 9:00 a 18:00 h. La entrada general cuesta 95 pesos e incluye acceso al museo y visitas guiadas. Si te gusta la historia y la arquitectura monumental, este lugar te dejará con la boca abierta.

2. Cuicuilco, Ciudad de México

En el sur de la capital, entre Insurgentes Sur y Periférico, se encuentra una maravilla poco conocida: Cuicuilco. Esta antigua ciudad se levantó alrededor del 2100 a.C. y fue sepultada siglos después por la erupción del volcán Xitle. Lo más impresionante es su pirámide circular, única en su tipo, que aún conserva su forma original.

Hoy puedes recorrer ocho estructuras y visitar el museo de sitio que exhibe objetos encontrados en las excavaciones. La entrada es gratuita. Además, su ubicación dentro de la reserva ecológica le agrega el toque natural perfecto para una caminata tranquila en medio de la ciudad.

3. Teotihuacan, Estado de México

Teotihuacán no necesita presentación. Es uno de los lugares más visitados del país y Patrimonio Mundial de la Humanidad. Fundada alrededor del siglo I d.C., fue una metrópoli con avenidas enormes, templos, palacios y mercados. Sus Pirámides del Sol y la Luna siguen siendo símbolo de la grandeza mesoamericana.

Caminar por la Calzada de los Muertos, subir a lo alto de las pirámides o recorrer sus complejos residenciales es casi un viaje en el tiempo. Abre todos los días de 8:00 a 17:00 h y el acceso cuesta 100 pesos. No olvides llevar agua, gorra y zapatos cómodos: el recorrido es amplio y lleno de detalles que te transportan siglos atrás.

4. Xochicalco, Morelos

A solo 20 minutos de Cuernavaca, Xochicalco tiene tanto historia como vistas espectaculares. Fue construida entre los años 650 y 900 d.C., poco después de la caída de Teotihuacán, y su nombre significa “lugar de la casa de las flores”. Allí verás terrazas talladas en la montaña, un observatorio astronómico y la famosa Pirámide de las Serpientes Emplumadas.

El observatorio es un fenómeno en sí mismo: durante 150 días al año, un rayo de sol entra por un ducto e ilumina la cámara interior. Es un espectáculo natural que asombra a cualquiera. La entrada cuesta 85 pesos e incluye acceso al museo, donde se exhiben piezas originales halladas en el sitio.

5. Cantona, Puebla

Cantona fue una de las ciudades más grandes de Mesoamérica. Sus restos muestran más de 500 calles empedradas, 24 canchas de juego de pelota y una red urbana impresionante. Se estima que pudo tener hasta 90 mil habitantes en su época de esplendor, entre los años 600 y 1000 d.C.

A diferencia de otras zonas, Cantona no tenía grandes templos piramidales, sino una planificación ordenada que revela una vida social muy activa. El sitio es tan amplio que el recorrido puede tomar varias horas, así que lleva agua y sombrero. Desde sus plataformas altas se obtienen vistas únicas del valle poblano. La entrada cuesta 90 pesos e incluye también la entrada al museo de sitio. 

6. Ranas, Querétaro

Ubicada en la Sierra Gorda, Ranas es una joya escondida entre montañas. Muchos la llaman el “Machu Picchu mexicano” por su ubicación en lo alto y sus más de 180 estructuras distribuidas en dos cerros. Fue un importante centro de comercio de cinabrio, un mineral usado en rituales sagrados.

El sitio está a solo 10 minutos del Pueblo Mágico de San Joaquín, así que puedes hacer un viaje redondo para conocer ambos lugares. La entrada cuesta 75 pesos y abre de miércoles a domingo. Las vistas desde arriba son increíbles, especialmente al atardecer, cuando el paisaje se tiñe de tonos dorados.

7. Cacaxtla-Xochitécatl, Tlaxcala

En Tlaxcala se encuentra uno de los conjuntos más impresionantes por sus murales. Cacaxtla-Xochitécatl guarda pinturas policromadas que muestran escenas de guerra y deidades mesoamericanas. Los colores, aunque tienen siglos, siguen vivos y permiten imaginar cómo era la vida ceremonial del lugar.

Además, su museo conserva piezas únicas, entre ellas los “Once Señores de Cacaxtla”, figuras que representan a la élite dirigente. La entrada cuesta 85 pesos y puedes recorrerla de martes a domingo. Desde la cima de sus estructuras, la vista del valle tlaxcalteca es inigualable.