ZONAS ARQUEOLÓGICAS

Descubre en Tabasco la ciudad maya construida con barro cocido: una joya única en México

Explora un antiguo centro singular por su arquitectura de ladrillo, rodeado de naturaleza, historia y detalles sorprendentes

Tabasco.La ciudad maya construida con barro cocidoCréditos: Miguel Marn/ Marsmanderl~commonswiki
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Si ya viste mil fotos de Teotihuacán, caminaste por Chichén Itzá bajo el sol y posaste frente al Castillo de Tulum, pero buscas algo diferente, esto te va a volar la cabeza: en Tabasco hay una ciudad maya construida… ¡con ladrillos de barro cocido! Se llama Comalcalco y hoy vamos a platicarte más sobre este increíble destino.

Esta antigua ciudad se encuentra muy cerca de la moderna Comalcalco, conocida hoy por su cacao. Sin embargo, la verdadera joya está a unos kilómetros del centro: una urbe prehispánica que desafía prácticamente toda la arquitectura típica del mundo maya.

Su nombre original era Joy Chan, que significa “cielo rodeado”, pero hoy la conocemos como Comalcalco, “lugar de la casa del comal”. Desde lejos puede no llamarte la atención más que otra zona arqueológica, pero cuando te acercas notas esos ladrillos perfectamente ensamblados, modelados y, en su tiempo, cubiertos con estuco de concha de ostión pintado en tonos brillantes.

Allí existieron plazas ceremoniales, palacios, templos y hasta cámaras funerarias escondidas dentro de los basamentos. Muchas construcciones se realizaron con tierra compactada, drenajes elaborados con tubos de barro y técnicas tan avanzadas que aún sorprenden a los especialistas. Y, por si fuera poco, en 2011 salió a la luz un antiguo cementerio maya con más de cien entierros.

Zona Arqueológica de Comalcalco: costo, cómo llegar y qué ver 

Para llegar, si viajas desde Villahermosa, estás a unos 56 km. Puedes ir en auto o tomar transporte y, desde el centro de Comalcalco, agarrar un taxi. La zona abre de lunes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas; la última entrada es a las 4:00 p.m., y el acceso cuesta 80 pesos. Fácil, accesible y perfecto para una escapada cultural.

La Gran Acrópolis es uno de los puntos más impresionantes del recorrido. Puedes subir, asomarte e imaginar rituales y escenas de la vida cotidiana. También está la Plaza Norte y el famoso Palacio, que parece extraído de una historia mística sobre una odisea. Algunos templos fusionan funciones religiosas y funerarias.

Los arqueólogos han hallado ladrillos decorados con figuras humanas, animales, símbolos e inscripciones. El nivel de detalle en estas piezas revela una notable precisión artística y un profundo valor histórico. Cada muro y cada estructura invitan a observar con atención, ya que cada elemento aporta información sobre la vida y las creencias de la antigua ciudad.

Después del recorrido, el museo de sitio es perfecto para terminar de armar el rompecabezas. Vas a ver piezas halladas en excavaciones y entender mejor cómo funcionaba esta ciudad en tiempos en que el cacao era moneda y los líderes mayas construían auténticos complejos urbanos.

Y si ya hiciste el viaje, te adelantamos algo: no te vayas sin probar el cacao. Allí nacen chocolates únicos y hasta puedes visitar las haciendas. Después de caminar entre templos antiguos, nada acompaña mejor que un buen chocolate tabasqueño.