Mañana arranca una de las fechas más importantes y celebradas del año en el país: la celebración a la Virgen de Guadalupe que marca el inicio del maratón Guadalupe-Reyes. El 12 de diciembre llegan miles de personas desde todos los rincones del país para visitar el recinto ubicado en el Tepeyac, ya sea para caminar, agradecer, cumplir una manda o vivir la tradición alrededor de la Basílica. Si tú también vas a ir, te vamos a contar algunos detalles para que puedas tener presentes las rutas de Metro para que tu trayecto sea rápido y sencillo.
La forma más directa de llegar es usando la Línea 6 del Metro. Ahí encontrarás la estación La Villa-Basílica, que te deja a pocos minutos del acceso principal. También funciona Deportivo 18 de Marzo, que conecta tanto con la Línea 6 como con la Línea 3. Desde el Centro, la ruta más común es tomar la Línea 3 hacia Indios Verdes y bajar justo en Deportivo 18 de Marzo para hacer el cambio. El trayecto caminando desde cualquiera de estas dos estaciones es rápido y fácil, incluso en días de mucha gente.
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Un dato curioso: durante años la estación se llamó solo La Villa, mientras que la actual Deportivo 18 de Marzo llevaba el nombre de Basílica. Los cambios de nombre llegaron en 1996 para evitar enredos entre usuarios y desde entonces la iconografía de ambas se juntó en un solo emblema. De hecho, uno de los letreros exteriores incluye la imagen de Coatlicue, recordando el pasado prehispánico del área.
Transporte público para visitar la Basílica de Guadalupe
Además de las estaciones de la Línea 6, también te sirven Martín Carrera (Línea 4) y Deportivo 18 de Marzo desde la Línea 3. La distancia a pie varía según la estación donde bajes: desde La Villa-Basílica haces aproximadamente cinco minutos; desde las otras rutas, el trayecto puede ir de quince hasta media hora. En estas fechas verás a muchos caminar hacia el Tepeyac, así que no te sorprenderá encontrar grupos, Bicis, bandas y caravanas durante el trayecto.
Si llegas por esta estación también te toparás con varias opciones de conexión hacia otros puntos del norte de la ciudad. Ahí mismo pasan rutas del Trolebús y líneas 6 y 7 del Metrobús, así que moverte por la zona es relativamente sencillo en días regulares. Eso sí, en estas fechas se vuelve más lento por las peregrinaciones, así que considera tiempos extra para caminar entre la salida y el recinto religioso.
El Cerro del Tepeyac tiene una historia antigua que va más allá de los festejos actuales. Para los mexicas era un sitio sagrado dedicado a Tonantzin, personaje de la mitología vinculada con la tierra y la fertilidad. Con la llegada del siglo XVI, las narraciones sobre Juan Diego y las apariciones cambiaron el rumbo del lugar, dando origen al templo que hoy conocemos. La imagen plasmada en la tilma sigue siendo el motivo principal por el que miles visitan la zona.
Cuando camines por el Tepeyac verás dos templos principales: la Antigua Basílica y la Nueva Basílica, que es la que recibe a la mayoría de visitantes. Ambas tienen estilos distintos y cada una guarda elementos que llaman la atención tanto de los fieles como de quienes se acercan por interés cultural o arquitectónico. El recorrido entre un punto y otro se puede hacer caminando, aunque con la afluencia de diciembre siempre es bueno ir con calma.
Visitar la Basílica de Guadalupe en diciembre
Los días previos al 12 de diciembre son de mucho movimiento. A partir del 6 comienzan a intensificarse las peregrinaciones y desde el 11 la afluencia sube todavía más. Este año se espera que más de 13 millones de personas lleguen entre el 11 y el 12, así que conviene anticiparte. Ir temprano, estar atento a los avisos del Metro y tener rutas alternas te ayudará a llegar sin estrés.
También debes tomar en cuenta los cierres viales de la zona. Cada año se bloquea un perímetro importante para que el paso de visitantes sea más fluido. Calzada de Guadalupe, Calzada de los Misterios, Talismán, Euzkaro y varias calles aledañas estarán cerradas para vehículos. Si vas en auto, lo más probable es que termines caminando varios tramos, así que usar transporte público suele ser lo más práctico.
Alrededor del recinto religioso tienes opciones para distraerte un rato después de tu visita. El Parque Nacional Tepeyac es un área natural enorme donde puedes caminar, descansar un poco, tomar aire o incluso armar un picnic. Solo recuerda revisar horarios y caminos abiertos, ya que también se ajustan durante estas fechas.