Si ya has viajado en avión, e incluso si lo haces con frecuencia, seguramente en algún momento te has preguntado: ¿pagar equipaje extra o sumar otra maleta? La respuesta suele inclinarse por la segunda opción cuando el costo de añadirla en línea es menor que el recargo por sobrepeso de la que ya llevas.
Muchas aerolíneas aplican tarifas muy elevadas por kilo excedido, así que una pieza adicional puede resultar más conveniente. Eso sí, antes de tomar cualquier decisión, debes revisar las reglas específicas de tu vuelo, porque cada compañía maneja montos distintos.
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Algo básico, pero que muchos pasan por alto, es leer bien las tarifas. Ahí aparece cuántas piezas incluye cada tipo de boleto, cuánto se cobra por exceso y en qué casos se aplican recargos especiales. A veces uno piensa que está comprando la opción más económica, pero termina pagando más al agregar equipaje después. Por eso es fundamental revisar todo con calma antes de cerrar la reserva.
Cómo elegir la mejor opción para tu equipaje antes de volar
La conveniencia de pagar extra o sumar otra maleta depende del peso, del volumen y de las políticas de tu aerolínea. Si tu maleta se pasa solo por un par de kilos, suele ser más barato pagar el sobrepeso. Pero si estás cargando muchas cosas, comprar una pieza adicional puede ser mejor, sobre todo porque su tarifa suele ser fija. Cuando el sobrepeso es considerable, el recargo se vuelve tan alto que una segunda maleta termina siendo la opción más lógica.
Al momento de decidir también influye el tipo de viaje. Si vas y vuelves con lo mismo, tal vez el sobrepeso resolvía tu problema. Pero si piensas traer compras o recuerdos, sumar una maleta te da más libertad. Además, si viajas con alguien, es útil repartir peso para evitar cobros innecesarios en una sola maleta.
A muchas personas les pasa que recién en el aeropuerto descubren que su maleta pesa más de lo permitido. Y ahí empieza la carrera para reorganizar todo, abrir el equipaje en plena fila o rogar que no cobren demás. Si quieres evitar ese momento incómodo, lo más apropiado es preparar tu maleta con tiempo y revisar las reglas que aplica tu aerolínea en esa ruta.
Una forma simple de evitar dolores de cabeza es pagar desde el inicio una tarifa que incluya más equipaje. Muchas veces la diferencia entre una opción y otra es menor que comprar una pieza adicional después. En plataformas de búsqueda incluso puedes activar filtros para ver solo vuelos que ya traen equipaje despachado, lo que ayuda a calcular mejor el presupuesto.
Verificar peso y dimensiones: un paso crucial antes de cualquier viaje
También es muy importante revisar las dimensiones y el peso de tus maletas antes del viaje. Las aerolíneas suelen permitir entre 15 y 32 kilos en bodega, así que una balanza portátil te salva de sorpresas. Si sabes cuánto pesa cada bulto, puedes planear mejor qué se queda, qué se lleva y cuánto margen tienes para el regreso.
Si necesitas comprar equipaje extra, hacerlo en la web de la aerolínea casi siempre es más barato que en el aeropuerto. Las compañías suelen manejar listas de precios muy distintas entre un canal y otro, y en algunos casos el ahorro puede ser significativo. Además, los espacios para piezas adicionales son limitados, así que hacerlo con tiempo te garantiza disponibilidad.
Otro punto importante es viajar más ligero. Algunas maletas viejas pesan demasiado aun estando vacías, y eso te roba margen. Cambiar a modelos livianos o incluso pasar a mochila puede ayudarte bastante. También sirve llevar menos prendas y enfocarte en lo necesario, porque muchas veces cargamos ropa que ni usamos. Si lo reduces todo a lo esencial, incluso podrías viajar solo con equipaje de mano y olvidarte del despacho.