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Vaquita marina, el ser acuático del Golfo que lucha por sobrevivir en nuestra memoria

Pequeña, tímida y única en el mundo, la vaquita marina enfrenta una batalla. Conoce qué se está haciendo para protegerla

Vaquita marina, el ser acuático del Golfo que lucha por sobrevivir en nuestra memoriaCréditos: Imagen ilustrativa/Chat GPT
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Pocas especies marinas inspiran tanta ternura como la vaquita. Tiene expresión tímida, cuerpo pequeño y movimientos suaves que la hacen difícil de ver. No es un delfín, aunque a simple vista lo parezca; es una marsopa, y además una de las más difíciles de encontrar. Vive en un rincón del Golfo de California y, aunque ya quedan muy pocas, cada una representa a la esperanza con aletas.

Este animalito es mexicano de nacimiento y de alma. No hay otro lugar en el mundo donde puedas encontrar una vaquita marina. Mide poco más de metro y medio, pesa como un perro mediano y es tan discreta que apenas se asoma para respirar. Tiene unos labios oscuros que parecen pintados y una piel que cambia del gris al blanco.

Desde hace años, ha sufrido por culpa de redes de pesca que no eran para ella. Las colocan para atrapar totoaba, otro pez en peligro, pero en el camino quedan atrapadas estas pequeñas nadadoras que no tienen idea del peligro que las rodea. Sin embargo, mientras más aprendemos sobre ellas, más las apreciamos.

Esfuerzos para proteger a la vaquita marina

Hay grupos que llevan tiempo trabajando para protegerla. Científicos, marinos, ambientalistas y hasta vecinos del lugar se han unido en patrullajes, monitoreo y rescates. Uno de los avances más recientes fue el reporte de hasta 13 ejemplares detectados en 2023, incluyendo dos crías. Se desconoce el número exacto. Son poquitas, sí, pero suficientes para no perder la esperanza.

También se han colocado bloques de concreto en el fondo marino para evitar que las redes caigan. Con eso se ha reducido la pesca ilegal y se ha visto menos movimiento de embarcaciones peligrosas. Producto del trabajo constante y comprometido por parte de muchas personas que creen que aún hay tiempo para salvar a esta hermosa especie de cetáceos.

Aunque el Día de la Vaquita Marina se celebra cada 18 de julio, su importancia no desaparece cuando el calendario cambia. Agosto, septiembre o cualquier mes del año son buenos para hablar de ella, para aprender algo nuevo o para contarle a alguien que este animal existe y sigue luchando por no desaparecer.

La vaquita marina pasa la mayor parte del tiempo bajo el agua, nadando y alimentándose de peces, calamares y crustáceos. Tiene aletas redondeadas, cuerpo compacto y una piel gris que se aclara en el vientre. No salta ni hace acrobacias: sube solo unos segundos para respirar y vuelve a desaparecer. Es discreta, silenciosa y solitaria, pero su sola existencia nos recuerda lo valioso que es cuidarlas.

No se sabe con exactitud cuánto vive una vaquita, pero los expertos calculan que puede llegar a los 20 o 22 años. Algunas han tenido crías y eso da una señal clara de que, aunque pocos, siguen siendo parte de un ecosistema que necesita su presencia. Porque en el mar, todo está conectado, y perder a una especie no es solo perder un animal: es romper un equilibrio.

La próxima vez que escuches sobre la vaquita marina, no la consideres un caso perdido. Piénsala como esa pequeña criatura que, en silencio, nos recuerda que todavía hay oportunidad de actuar. Cada red retirada, cada patrullaje, cada esfuerzo en su defensa cuenta. Aunque son pocas, aún resisten, y con mejores condiciones podrían ser más.

Preguntas frecuentes

  • ¿Dónde vive la vaquita marina?

En la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, una zona protegida entre Baja California y Sonora.

  • ¿Qué otras especies habitan esta reserva además de la vaquita marina?

Además de la vaquita, en esta reserva viven al menos 50 especies en riesgo.

  • ¿Qué características tiene el ecosistema donde vive la vaquita?

Está formado por aguas poco profundas, humedales, esteros y planicies de marea, un entorno rico en pequeños peces, calamares y crustáceos que alimentan a este cetáceo.