El equinoccio es un momento especial en el año, cuando el día y la noche duran prácticamente lo mismo. Esto pasa porque el Sol se coloca justo sobre el ecuador de la Tierra y sus rayos caen de manera directa. La palabra viene del latín aequus (igual) y nox (noche), lo que resume muy bien lo que ocurre durante estas fechas: equilibrio entre luz y oscuridad.
Este fenómeno no se da todos los días porque el eje de la Tierra está inclinado unos 23.5 grados. Esa inclinación hace que tengamos estaciones, y que en algunos meses los días sean más largos o más cortos. Pero durante el equinoccio la balanza se nivela, y la duración del día casi iguala la de la noche en todo el planeta.
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En el hemisferio norte, el equinoccio de marzo anuncia la llegada de la primavera y el de septiembre la del otoño. En el sur pasa lo contrario. Así, en cuestión de dos fechas al año, la naturaleza marca el inicio de nuevos ciclos. Este detalle no solo influye en el clima, también ha sido muy importante en tradiciones agrícolas y en los rituales de antiguas culturas que veían al Sol como guía de sus calendarios.
Destinos arqueológicos en México para recibir el otoño
México es uno de los lugares donde se puede disfrutar mejor de este fenómeno. Gracias a su ubicación y a la herencia de civilizaciones que entendían la astronomía como parte de su vida diaria, varios sitios arqueológicos muestran alineaciones y espectáculos de luz y sombra únicos. Aquí van algunos de los más impresionantes para visitar en estas fechas.
Chichén Itzá en Yucatán
En este sitio se vive uno de los espectáculos más famosos del mundo durante el equinoccio. La pirámide de Kukulkán proyecta la sombra de una serpiente que parece descender por sus escaleras. Es un momento cargado de simbolismo, donde la arquitectura y la precisión astronómica de los mayas se hacen evidentes. Si quieres un destino épico para recibir el otoño, es este.
Teotihuacán en el Estado de México
Aunque no hay un efecto de sombra tan vistoso como en Yucatán, las pirámides del Sol y la Luna muestran su alineación con los puntos cardinales. Durante el equinoccio muchas personas se reúnen ahí para cargar energía, asistir a rituales y disfrutar del clima humano que se genera en uno de los sitios más visitados del país.
Palenque en Chiapas
En este lugar rodeado de selva, los templos y palacios fueron construidos de tal manera que la luz solar ilumina ciertas estructuras durante los equinoccios. Para los mayas, esto era más que un detalle arquitectónico: era la forma de conectar su mundo con el movimiento del universo.
Cañada de la Virgen en Guanajuato
Este sitio es menos conocido, pero guarda un fuerte vínculo con el cielo. Sus templos tienen orientaciones que permiten observar fenómenos solares durante el equinoccio. Al estar más cerca del centro del país, es una buena opción para quienes buscan una experiencia arqueológica sin la multitud que suelen tener las opciones anteriores.
Monte Albán en Oaxaca
En lo alto de la montaña, las ruinas zapotecas dejan ver cómo la luz del sol cambia el aspecto de sus construcciones durante el equinoccio. Además de la experiencia astronómica, la vista panorámica del valle hace que el momento sea aún más épico y mágico para quienes lo visitan.