DESTINOS HISTÓRICOS

El pueblito donde Miguel Hidalgo y Morelos se vieron por única vez durante la lucha de Independencia

En Michoacán, este lugar emblemático te llevará a recorrer monumentos coloniales, disfrutar de tradiciones y revivir el pasado

El pueblito donde Hidalgo y Morelos se vieron por única vez Créditos: X: Michoacán
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Estamos a nada de celebrar la Independencia de México, y justo en esta época es el momento perfecto para conocer Charo, un pequeño pueblo michoacano que guarda un capítulo fascinante de nuestra historia. Aunque no sea famoso como Dolores o Morelia, aquí ocurrió algo que cambió el rumbo de la guerra por la independencia.

Charo fue testigo de un encuentro que duró apenas unos momentos, pero que tuvo un peso enorme: Miguel Hidalgo y José María Morelos se vieron ahí por única vez durante la lucha insurgente. Ese 20 de octubre de 1810, Hidalgo confirmó a Morelos como general y jefe del ejército del sur, delegándole la conducción de campañas muy trascendentes en el sur del país.

El origen de Charo se remonta a 1455, cuando los matlatzincas, también llamados pirindas, fundaron la localidad. Su nombre significa “Tierra del Rey Niño”. En el pueblito, la labor de fray Diego de Basalenque dejó huella en la región, con obras literarias y lingüísticas que documentaron la lengua matlatzinca y la historia del lugar. 

Ubicado a 15 kilómetros de Morelia, Charo tiene una posición estratégica sobre la carretera que conecta la capital con Maravatío. Sus alrededores, con suelos fértiles y zonas boscosas, son perfectos para las actividades agrícolas y recreativas que hacen del pueblo un sitio perfecto para un paseo histórico al aire libre.

¿Qué visitar en Charo, Michoacán? 

Entre los monumentos que se pueden visitar está el ex Convento e Iglesia de San Miguel Arcángel, con murales al fresco y arquitectura que refleja el estilo plateresco. También están las capillas de los Cuatro Barrios y el Puente de La Calzada, un puente de cantera del siglo XVIII que recuerda los caminos que transitaban los insurgentes durante la independencia.

La plaza principal del pueblo es otro punto de encuentro, con monumentos a personajes locales como Fray Miguel de Guevara y acceso al conjunto conventual. Allí se percibe cómo la historia convive con la vida cotidiana de los habitantes, quienes mantienen tradiciones religiosas únicas.

Hablando de fiestas, Charo tiene un calendario repleto de eventos: el Carnaval con toritos de petate, la fiesta de San Isidro Labrador, Santiago Apóstol, el Señor de la Lámpara y, por supuesto, la conmemoración del encuentro entre Hidalgo y Morelos el 20 de octubre, que tiene desfiles, música y feria.

Y si el estómago es tu guía de viajes, en Charo hay de todito: carnitas, birria, gorditas y tortillas hechas a mano se disfrutan en cada esquina. Charo logra así acercarnos a su historia, tradiciones, naturaleza y sabores, haciendo que cada visita sea una aventura interesante.