Cuetzalan sorprende con sus calles empedradas y empinadas y sus construcciones blancas que contrastan con lo azul del cielo, también destaca por su historia milenaria y su abundante naturaleza, ideal para la práctica de ecoturismo y deportes de aventura, su clima es húmedo y cálido la mayor parte del año, excepto en temporada de lluvias cuando la neblina lo cubre todo.
El camino que conduce hasta este Pueblo Mágico de Puebla está rodeado de cafetales, árboles frutales, helechos arborescentes gigantes y orquídeas silvestres, el aire huele a hierba y café tostado. En él es posible conocer de cerca algunas tradiciones de origen prehispánico y que prevalecen a través del tiempo.
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Cuetzalan, pueblo de tradiciones prehispánicas
El tiempo parece haberse detenido en Cuetzalan que seduce por su encanto bohemio, su aire prehispánico y sus tradiciones ancestrales, como la de la danza de los quetzales y la de los voladores, que sorprenden por su colorido y misticismo y que se realizan durante los fines de semana en la plaza principal, ubicada en el centro del pueblo y donde está la parroquia de San Francisco de Asís, que acoge un campanario de estilo renacentista.
En las calles, aún es posible ver a los hombres y mujeres totonacos y nahuas que portan sus trajes típicos y que ofrecen productos artesanales y frutas de la región, principalmente zapote, mamey, café, canela molida y hoja de tabaco. Los fines de semana, las calles se pintan de color con el tianguis regional, donde se puede conocer más sobre las tradiciones de origen prehispánico, como el trueque y rituales relacionados con los ciclos lunares, como el de la extracción de miel de la abeja nativa y la agricultura.
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Como parte de la tradición de los voladores se realiza la ceremonia de la bendición del árbol, a cargo de los caballeros águila y que también sirve para dar inicio al festival de la orquídea, organizado por el jardín botánico. Si quieres ser parte de esta celebración, visita Cuetzalan durante los meses de junio a agosto. No te vayas sin probar el café de la región o el yolixpa, un licor típico hecho a base de hierbas curativas.
Tradiciones milenarias en la finca Reserva Azul
Si quieres conocer más de las tradiciones ancestrales de Cuetzalan debes ir a Reserva Azul, una finca cafetalera y eco-alojamiento que conjuga cultura, tradiciones centenarias y que cuenta con 11 hectáreas de pura naturaleza: helechos gigantes, orquídeas, bromelias silvestres y otras plantas curativas. Además tiene una producción propia de café orgánico que contribuye a la economía de la región y a mejorar las prácticas de comercio justo.
Aquí, cada año, durante la primera luna llena de mayo, se realiza un ritual de origen prehispánico para extraer la miel que producen las abejas Pisil Nekmej, cuyo nombre científico es melipona scaptotrigona. Se trata de abejas nativas del bosque de niebla que no tienen aguijón y que se alimentan con el polen de la flor del café por lo quela miel que producen es de un sabor único. Así que si quieres ser testigo de esta tradición que solo se realiza una vez al año no olvides visitar la reserva.
Muy cerca de aquí, a unos cinco minutos en auto, está la zona arqueológica de Yohualichan, que significa “la casa de la noche”. Es uno de los primeros asentamientos totonacos que alcanzaron su esplendor en esta región. Se trata de la zona arqueológica y bella de la serranía poblana. Ente sus edificaciones más destacadas está el juego de pelota, el centro ceremonial y una decena de pirámides que aún conservan sus característicos nichos. Yohualichan abre de lunes a domingo de 9:00 a 17:00 horas y el costo de acceso es de 45 pesos.