Sinaloa es un estado ubicado en el noroeste del país fundado el 14 de octubre de 1830, una entidad que cuenta con grandiosos atractivos turísticos, entre los que se destaca su bello puerto, donde se lleva a cabo uno de los carnavales más populares de México, con estupendas vistas hacia el océano Pacífico y dos Pueblos Mágicos muy auténticos.
En la antigüedad, Sinaloa fue ocupado por diferentes grupos de cazadores-recolectores que complementaban su dieta con los frutos del mar. La conquista de este espacio, dio pie a varias expediciones y fue hasta la llegada de algunos misioneros jesuitas a esta región, que se pacificó toda esta zona, para dar pie al lugar que ahora conocemos.
Te podría interesar
La minería fue una de las actividades económicas que más se popularizó en este lugar, impulsando el desarrollo de diferentes asentamientos españoles y con ello, la aparición del arte religioso barroco, un estilo que se puede notar de forma evidente en algunos de sus principales monumentos religiosos como la Copala, Concordia y El Rosario.
El Rosario y su altar de oro
El pueblo mágico El Rosario reúne una gran historia de más de 350 años, uno de los puntos más sorprendentes que puedes conocer en México, si eres amante del turismo religioso, pues esta localidad se ha negado a morir y han seguido adelante con gran fe, pues sus habitantes son muy unidos, algo que se vio demostrado cuando su iglesia fue trasladada piedra por piedra, al verse afectada por los trabajos de minería en esta zona.
Te podría interesar
La Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, es una edificación de estilo barroco que cuenta con un altar bañado en oro completamente, uno de los principales puntos de este recinto religioso que atrae a muchos viajeros movidos por el amor a la arquitectura y a los edificios monumentales de cada lugar del país, especialmente aquellos que cuentan con pasados maravillosos para conocer en Semana Santa.
Cuando visites El Rosario, en el sur de Sinaloa, podrás conocer por viva voz de los habitantes, la historia de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, que fue demolida en 1934 porque se estaba hundiendo en la tierra y de una forma espectacular, todos o la mayoría de los pobladores, colaboraron en trasladar roca por roca, todos los escombros de la iglesia, para llevarla a su actual sitio, una labor que terminaría hasta 1954.
Entre las austeras calles de este pueblo, podrás encontrar un ambiente muy tranquilo, con muchos árboles que adornan el paisaje poco urbanizado, una plaza central muy encantadora, que te transportará hasta el pasado histórico de este lugar, cerros verdes como fondo para las mejores fotos que puedas compartir en redes y gente amable que te ayudará a conocer mejor cada punto de este pueblo.
Además de la Semana Santa, una de las mejores temporadas para visitar su cabecera municipal es en el mes de octubre, pues el primer domingo de este mes, acuden miles de personas de diferentes zonas del país, para llegar al templo como una manda o para solicitar algún milagro que requieran los fieles creyentes, quienes se encomiendan a esta deidad tan popular.
El primer sábado del mes de octubre, se lleva a cabo una tradición llamada “Santo Rosario Viviente”, que concluye con la Misa de Gallo a las 0:00 horas del día siguiente en el templo, donde también acuden grupos musicales de la localidad, para deleitar a los visitantes en una gran fiesta en honor a Nuestra Señora del Rosario, mostrando las grandes tradiciones que se resguardan a lo largo de todo México.