El Puente de Ojuela se construyó sobre un barranco de casi 100 metros de altura, así que es una obra arquitectónica y de ingeniería completamente maravillosa, pues se utilizó en la época minera del Pueblo Mágico de Mapimí, Durango. Si buscas un destino completamente diferente, con paisajes contrastantes y una amplia historia, debes viajar al norte del país para conocer más de Mapimí, Durango.
Se considera como un Pueblo Mágico minero, que resguarda los restos de la comunidad de Ojuela, cerca de la llamada Zona del Silencio, la cual colinda con Coahuila y Chihuahua. Entre los restos de este poblado no puedes dejar de ver y cruzar el famoso Puente de Ojuela, el cual tiene 180 centímetros de ancho, cuyo diseño inspiró el del mismísimo Golden Gate, en San Francisco. Sin embargo, te vamos a decir qué más puedes hacer en esta parte del Pueblo Mágico de Mapimí.
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Cruza el Puente de Ojuela, el más largo de Latinoamérica
Aunque el poblado de Ojuela aparece abandonado, el impresionante Puente de Ojuela con 315 metros es una obra que te dará ganas de cruzar. Aunque debes tener cuidado si tienes vértigo, pues ver hacia el fondo de 100 metros podría no ser una excelente sensación. Sin embargo, aquellos aventureros se impresionarán si no le temes a las alturas; incluso existen diferentes formas de cruzar, tanto a pie como en bicicleta.
No solo podrás cruzar el impresionante puente, también podrás lanzarte de la tirolesa de 33 metros de largo, una experiencia completamente única. Si eres todo un explorador debes aprovechar visitar la antigua mina de Santa Rita, la segunda mina polimetálica en el mundo y una de las más importantes de México, pues en ella se extraían plata, cobre, oro, plomo, zinc, manganeso.
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El nombre de este puente se debe a Francisco de Ojuela, español que durante la colonia descubrió la riqueza de sus cerros, pues al estar a 15 minutos del Pueblo Mágico de Mapimí, se encuentra enclavado entre dos cerros, lugar donde se abrió la mina, así como el hogar de sus trabajadores.