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¿Cuál es el municipio más tranquilo de Puebla para ir el fin de semana?

Te contamos cómo llegar, ya sea en auto o en autobús, y cuáles son los lugares naturales y culturales que no hay que perderse

Municipio más tranquilo de Puebla para ir el fin de semana.Créditos: Pixabay/ Unsplash: Elesban Landero Berriozábal/ SECTUR Méxic0
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Si estás armando plan para el fin de semana y quieres salir del ruido un rato, considera darte una vuelta por Chignahuapan. No existe un estudio científico que diga que es el municipio más tranquilo de Puebla, pero entre lo que cuentan los viajeros, los propios habitantes y hasta los datos de la inteligencia artificial, queda claro que en él se respira calma. Ya sea que vayas con tu familia, con tu pareja, con amigos o solo, vas a encontrar espacios donde el tiempo corre más lento.

Uno de los rincones más buscados para descansar es la zona de aguas termales ubicada en el barrio de Tenextla. Los manantiales brotan a más de 50?°C y, después de un pequeño recorrido, llegan a las piscinas con temperaturas que oscilan entre los 25?°C y los 38?°C. El lugar está rodeado de vegetación y acondicionado con balneario, hotel y servicios que hacen de la experiencia un sinónimo de paz.

Pero la tranquilidad no significa aburrimiento. Chignahuapan también tiene otros espacios que vale la pena explorar, como la laguna Almoloya, formada por nueve ojos de agua. Puedes pescar, darte un chapuzón o subirte a una lancha. Está a cinco minutos del centro y rodeada de árboles altos y verdes. Es uno de esos lugares donde el paisaje te acompaña y el silencio suena mejor que cualquier canción.

Por si fuera poco, está considerado Pueblo Mágico y está ubicado en plena Sierra Norte de Puebla, a más de dos mil metros de altitud, lo que le da un clima templado perfecto. Y si te gustan las cosas hechas a mano, te vas a topar con más de 200 talleres que fabrican esferas navideñas de vidrio soplado, una tradición que le da mucho color al lugar. 

¿Qué hacer en Chignahuapan en un día?

Si solo vas el fin de semana o incluso un solo día a este municipio —el más tranquilo de Puebla—, no necesitas correr ni llenar el itinerario. Un día en Chignahuapan puede comenzar en el corazón del pueblo: la Plaza de la Constitución, donde el quiosco de madera con estilo mudéjar y fuente ya valen el viaje. 

A unos pasos, la parroquia de Santiago Apóstol —una joya del siglo XVI que tiene simbolismo prehispánico y arte barroco indígena— te invita a mirar con detalle. Muy cerca, el Santuario de la Inmaculada Concepción guarda una monumental talla en cedro de la Virgen María que te dejará impactado por su escala y expresividad. Desde ahí, el Mirador al Mictlán propone una experiencia inmersiva por los nueve niveles del inframundo mexica: mística, sensorial y fuera de lo común. El arte de este destino bien vale el viaje. 

Después de recorrer el centro, vale la pena seguir hacia el barrio de Ixtlahuaca para visitar la Iglesia del Honguito, donde se resguarda una diminuta pieza que ha despertado devoción desde el siglo XIX. En esa misma zona se puede disfrutar de un baño termal, ya sea en el spa de Tenextla o en el resort del Ajajalpan, donde la calma del agua y el paisaje montañoso ayudan a desconectarse. Otra buena opción es la Laguna de Chignahuapan, con sus nueve ojos de agua: ahí se puede dar un paseo en lancha, descansar junto a la orilla o simplemente observar cómo las nubes se reflejan en la superficie.

Para cerrar el día con algo más de acción, el Salto de Quetzalapan —a solo ocho kilómetros del centro— combina la fuerza de una cascada de 200 metros con tirolesas, rappel y senderos. Si aún queda tiempo, una visita a la presa de Cuautelolulco o a Amoltepec puede cerrar la jornada con truchas recién pescadas y pulque del día. 

Viaje de CDMX a Chignahuapan

Si te animas a visitar Chignahuapan desde la Ciudad de México, el trayecto no es complicado. En coche haces unas dos horas y media y cruzas por cuatro casetas, que en total te cuestan unos 358 pesos, más un gasto de gasolina de aproximadamente 320 pesos. 

Si prefieres ir en autobús, solo tienes que ir a la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO), donde hay varias líneas que te llevan directo o con una breve escala en Tulancingo. El viaje dura unas tres horas y el total de ambos trayectos cuesta entre 250 y 400 pesos, dependiendo del horario y la línea.