En julio de este año, el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, celebró que en los primeros siete meses de 2022, tres millones 623 mil cruceristas llegaron a puertos mexicanos, a bordo de 1,517 embarcaciones. Si bien, parece improbable que, este año, el país logre recibir a los más de nueve millones de pasajeros de crucero que visitaron nuestras playas en 2019, las cifras apuntan a inequívocamente a la acelerada recuperación de un sector que emerge de la pandemia –sobre todo ahora, cuando la mayor parte de las grandes navieras han eliminado los requisitos de pruebas y vacunas– con la obligación de satisfacer la demanda de una comunidad viajera que espera ver a sus líneas favoritas responder a algunas de sus principales inquietudes, como la disminución de su impacto ambiental y la inclusión de experiencias personalizables a las exigencias de cada familia.
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Listo para zarpar en 2024 –y, actualmente, recibiendo reservaciones– Icon of the Seas, de Royal Caribbean es un monumental crucero de 1,825 cabinas, toboganes, un centro de bienestar, más de 40 bares y restaurantes, y un súper tecnológico espacio de espectáculos, además de la primera town house de tres niveles en el mar, que “es la culminación de 53 años de experiencias de la compañía”.
Bert Hernandez, vicepresidente Internacional de Royal Caribbean, y Alberto Muñoz, vicepresidente de para Latinoamérica y el Caribe, comparten en exclusiva con Escapada H cómo la innovación, la sostenibilidad y la apuesta por las familias dirigen el futuro del sector.
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Una de las características más comentadas sobre su nueva embarcación, Icon of the Seas, es su tamaño. ¿Cómo un barco de estas dimensiones puede reducir su impacto ambiental?
Lo más importante –y no sólo para nosotros, sino a nivel industria– es la utilización de gas natural licuado. Pero, además de eso, vamos a incorporar células de energía que van a proveer 10 por ciento del suministro por primera vez en un barco de esta escala. También, un modo ecológico en cada cabina nos permite emplear energía únicamente cuando el pasajero se encuentra a bordo. Esto, multiplicado por 1,825 cabinas, resulta significativo.
En su experiencia, ¿cuáles son las exigencias que distinguen a los cruceristas mexicanos?
Los viajeros mexicanos representan seis por ciento de nuestros pasajeros. Es ideal porque son viajeros que regularmente gastan y es un mercado que está creciendo. Además, viajan como familia y en planes multigeneracionales, que coincide con nuestro objetivo de diseñar la mejor vacación familiar.
¿Hay planes de incorporar más puertos mexicanos en sus rutas?
Con la nueva embarcación, visitaremos Costa Maya y Cozumel; mientras que la ruta del Pacífico, que visita sitios como Mazatlán, Los Cabos y, ahora, Valle de Guadalupe, desde Ensenada, corre a cargo de Navigator.
Además, la nueva terminal de Galveston, que recibió una inversión de cerca de 125 millones de dólares, recibirá al barco Allure, mientras que Rhapsody of the Seas navegará las rutas de Panamá y Cartagena.
¿Por qué apostar por las familias a la hora de desarrollar nuevos cruceros?
Los cruceros son ideales, especialmente, para las familias jóvenes que pueden viajar con niños pequeños durante varios días. Por eso, a partir de esta idea familiar desarrollamos los ocho “vecindarios” que componen la oferta de entretenimiento, gastronomía y bienestar de Icon of the Seas.