Desde tiempos ancestrales, los Rarámuri, que habitan en la Sierra Tarahumara realizan durante la Semana Santa una celebración sagrada en la que participan hombres, mujeres y niños para realizar una batalla entre el bien y el mal, es la Comonorirawachi, la tradición de Semana Santa, que significa “cuando caminamos en círculo” y se realiza en Tehuerichi, en el municipio de Bocoyna.
La esencia de la Semana Santa Rarámuri es la reiteración eterna de su relación con Dios, con la naturaleza y con el el más allá. Esta festividad tiene sus orígenes en la época prehispánica y es una fusión de las tradiciones católicas con las indígenas. Esta celebración se realiza en la barranca de Bocoyna, en las Barrancas del Cobre, en Chihuahua entre colores y danzas.
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En qué consiste la Semana Santa Rarámuri
La representación principal de la Semana Santa Rarámuri es la batalla entre el bien y el mal (dios y el diablo), desde las rancherías aledañas los tarahumaras llegan para participar en la celebración y durante el día y la noche danzan alrededor de una fogata y así preparase espiritualmente para la batalla. En una ceremonia privada en la que se bebe tesgüino dos personas se encargan de pintar el cuerpo de los danzantes, a quienes se les llama pascoleros y que participarán en una danza que simula una lucha entre Dios y el diablo, a la que se le llama Pascol.
La comunidad se divide en dos bandos para representar a los “fariseos”, que son aliados del diablo, y que llevan el cuerpo pintado de blanco; y los “capitanes ” quienes representan a Dios, cubren su cuerpo con puntos blancos y rojos, los "soldados" llevan penachos hechos con plumas de guajolote.. Entre danzas, plegarias y el sonido incesante de los tambores tiene lugar una batalla entre fariseos y capitanes, el objetivo es vencer al mal. Es una festividad que envuelve con su magia y misticismo a quienes tienen oportunidad de presenciarla.
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El sonido de los tambores es una alabanza a Onorúame-Eyerúame (Dios padre y madre). Los festejos inician el domingo de Ramos y concluyen el domingo de Resurrección con la quema del Judas, y coincide con el inicio de un nuevo ciclo agrícola. Durante día y noche se realiza la danza de los pintos en el atrio principal, ahí, los danzantes no cesan de bailar durante tres días completos.
Al final de la danza tiene lugar una lucha, que dura alrededor de 30 minutos, inicia una procesión al cementerio en la que se lleva el cuerpo de Jesús, envuelto en una cobija y los pascoleros regresan al atrio de la iglesia para quemar al Judas en una hoguera. Con él se van los malos espíritus y los peligros y los rarámuri emprenden el camino de regreso hacia las entrañas de las Barrancas del Cobre.