México cuenta con un sin fin de tradiciones que tienen su origen en la época prehispánica y Semana Santa ofrece una oportunidad para conocer de cerca las tradiciones más representativas de México que perduran en el tiempo y son una mezcla de las costumbres indígenas con las españolas, como el ritual ancestral de la pesca de la sardina ciega que se lleva a cabo en Tabasco.
Se trata de un antiguo ritual zoque, de origen prehispánico que se realiza en el Pueblo Mágico de Tapijulapa donde se encuentran las cuevas de Villa Luz y en la que habita un pez endémico: la sardina ciega. Esta tradición tiene al menos 500 años de existencia y cada año, durante la Semana Santa se realiza una ceremonia para pedir por una buena temporada de cosecha.
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En que consiste el ritual ancestral de la pesca de la sardina ciega en Tabasco
El ritual ancestral de la pesca de la sardina ciega es una festividad de origen prehispánico que consiste en la extracción de un pez diminuto que solo habita en la cuevas de Villa Luz ubicadas en Tapijulapa, Tabasco. En una ceremonia ritual una decena de indígenas zoques desciende a las grutas y arrojan al agua una mezcla de barbaso para aturdir a las sardinas ciegas y así poder pescarlas.
El barbasco es un narcótico natural que se elabora con un tubérculo que crece entre las piedras volcánicas que se encuentran en las orillas del río, luego se muele con aguas sulfurosas para obtener una mezcla a la que también se le agrega sal y, finalmente, se coloca en canastos elaborados con hojas de plátano, éstos se reparten entre los participantes del ritual antes de partir a la cueva.
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Esta centenaria tradición es una mezcla de costumbres indígenas que se fusionaron con la celebración religiosa del domingo de Ramos, así, ese día, al ritmo de danzas, tambores y flautas, una decena de indígenas zoques realizan una peregrinación a través de la selva para entregar una ofrenda a la cueva de la sardina ciega en una ceremonia en la que piden abundantes cosechas y lluvias además de buena pesca.
Antes de iniciar el camino hacia las grutas de Villa de Luz, los zoques piden bendiciones, cada uno lleva en sus manos el canasto de hoja de plátano que contiene el barbaso además de flores silvestres y velas encendidas. Al frente de la peregrinación va el patriarca, quien se detiene a la entrada de la cueva para realizar una oración en zoque en la que pide a la madre tierra las bendiciones para la siguiente temporada de cosecha.
También se realizan danzas al ritmo de tambores mientras se quema copal y se pide a los cuatro elementos: sol, agua, tierra y aire, por una buena pesca de sardina para alimentar a las familias. Una vez que se vierte la sustancia en el agua, los peces flotan y entonces los zoques aprovechan para sacarlos del agua. Las sardinas ciegas son endémicas de esta gruta que se ubica en Tapujulapa, Tabasco.