México es un país que resguarda tradiciones vivas, costumbres que mantienen a los viajeros, en busca de esos maravillosos rincones donde pueden experimentar más de cerca, la fusión de la conquista, con muchas de las costumbres prehispánicas que se conservaron entre sus pobladores, logrando así, un sincretismo religioso único, que ha dado lugar a nuevas formas de expresión cultural en cada uno de estos lugares.
Como parte de estas celebraciones, el Jueves Santo es un día en que se conmemoran algunos pasajes bíblicos importantes en la vida y muerte de Jesucristo, pues gracias a ellos, se logró llevar a cabo la crucifixión y con ello, la expiación de los pecados hacia la humanidad, pues es por obra y gracia del señor, que podemos ser perdonados y así conseguir un lugar en el cielo, algo que es muy apreciado dentro de las comunidades católicas y de gran importancia para muchos habitantes del país.
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Xochimilco es uno de los lugares más tradicionales de la CDMX, pues la gran cantidad de fiestas que ocurren en esta demarcación a lo largo del año, son especialmente por motivos religiosos, pues cada uno de sus pueblos y barrios, cuenta con su santo patrono y cada año son conmemorados con una fiesta patronal hecha en grande, con cohetes, comida, procesiones, misas y bailes, para deleitar a los asistentes y fieles que veneran a cada una de ellas.
Visita de las Siete Casas, una tradición Xochimilca
La Visita de las Siete Casas, es una costumbre católica tradicional en el festejo del Jueves Santo, en la que se visita siete iglesias para hacer oraciones frente al Santísimo Sacramento, en recuerdo de que este día, Jesús instituyó la Eucaristía, el Sacerdocio y el mandamiento del amor: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Este recorrido tiene lugar antes de la misa del Jueves Santo o al término de la misma, cuando el Santísimo Sacramento se preserva en el monumento preparado para la ocasión.
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Este recorrido por las siete iglesias se realiza en un ambiente de meditación y recogimiento sobre la vida de Jesús, pues con esto se pretende generar un momento de fraternidad y convivencia, ya que muchos de los fieles que acuden a celebrar este ritual, lo hacen acompañados de sus amigos o familiares, para demostrar la empatía y el amor que se debe tener al prójimo, a través de acciones bondadosas en favor de cada uno de ellos, haciendo de este encuentro, algo realmente especial y muy esperado por los habitantes de Xochimilco.
Cada una de las iglesias que se visita durante este peregrinaje, es un punto clave para meditar uno de los siete momentos que vivió Jesús desde el cenáculo hasta el Calvario, iniciando con la Primera Casa, que recuerda al Huerto de Getsemaní, donde ora al Padre, pidiendo que lo libere de aquella penitencia y suda sangre ante tal angustia experimentada, para después ser traicionado por Judas Iscariote y aprehendido por los romanos.
La Segunda Casa recuerda el recorrido que Jesús hizo después de ser aprendido para comparecer ante el Sumo Sacerdote Anás. En cuanto a la Tercera Casa, se visita para meditar el momento en que Jesús fue juzgado por el Sumo Sacerdote Caifás, quien estaba acompañado por miembros del consejo y condenó a Cristo a muerte, tras escuchar de sus propios labios que Él era el Hijo de Dios. La Cuarta Casa se visita para rememorar el momento en que Jesús es llevado ante Poncio Pilatos.
En la Quinta Casa, se medita sobre el momento en que Jesús es presentado para compadecer ante Herodes, quien le pide en repetidas ocasiones, que efectúe algún milagro para liberarse de esa situación, pero Jesús permanece en silencio, siendo víctima de mofas e insultos por parte de Herodes, quien lo devuelve ante Pilatos. La visita a la Sexta Casa recuerda la segunda comparecencia de Jesús con Pilatos, quien reconoce su inocencia y pide que lo azoten para ser puesto en libertad, la ocasión en que el pueblo pide que liberen al asesino Barrabás.
Finalmente, la Séptima Casa, recuerda el momento en el que Pilatos firma la sentencia que condenaría a Jesús a ser crucificado y sale en camino al Calvario, cargando la pesada estructura de madera que lo vería agonizar hasta la muerte, en este recorrido lleno de expresiones culturales, donde los xochimilcas visitan algunos de los alteres más representativos de sus pueblos y barrios, para recordar toda esta experiencia que Jesús vivió antes de dar su vida en cambio por la humanidad.
Xochimilco tiene una gran cantidad de altares religiosos, en las 17 capillas que integran los 17 barrios más antiguos de esta demarcación en el Centro Histórico de esta alcaldía. Al visitar cada una de ellas, los encargados ofrecen a los peregrinos, agua de limón con chía y tras dejar una limosna, se regala un pan y un poco de manzanilla como recuerdo de la instrucción de la Eucaristía. Cada una de estas capillas es muy particular y muchos de los rituales que se realizan en Xochimilco son preparados para conmemorar el Jueves Santo con mucho detenimiento.
Entre los sitios más representativos de Xochimilco, donde se realiza este recorrido o Visita de las Siete Casas, se encuentra la capilla de Santa Crucita, donde desciende la imagen del Divino Salvador, para ser colocada en una urna especial y exponerlo a la veneración de todos los fieles que llegan como parte de este recorrido, además de las plazuelas de los barrios de la Asunción y Tlacoapa, pues se ponen a la venta los tradicionales judas, toritos y muñecas, hechos por los cartoneros del barrio.
La plazuela de San Antonio, es otro lugar que se llena de vida en el Jueves Santo, pues aquí se colocan grandes matracas que se usan al enmudecer las campanas, como un signo de duelo por la muerte del sagrado Redentor. Una verdadera fiesta que demuestra la riqueza cultural de cada uno de los rincones de México, celebraciones que te acercan a la fe y reflejan los aspectos más encantadores del país, sus colores, danzas, ceremonias y costumbres más representativas, que han deslumbrado a muchos visitantes de todo el mundo.