Los viajes espaciales son uno de los contenidos más apasionantes entre muchos amantes de las temáticas relacionadas con el universo, todo un asunto de relevancia, que además tiene una gran variedad de cosas por explorar en cada una de las áreas espaciales, entre las que destacan los viajes de turismo y los viajes de exploración espacial para conocer diferentes superficies en los planetas o de la luna y algunos de los datos más interesantes que determinan nuestra existencia tal y como la conocemos hasta ahora, como temas atmosféricos, fenómenos naturales, actividad espacial y demás.
La luna es el astro más cercano a nuestro planeta Tierra, el único satélite natural que tiene un diámetro ecuatorial de 3476 kilómetros y el quinto satélite natural más grande de todo nuestro sistema solar, un astro que ha sido explorado en varias ocasiones. Las muestras de roca lunar que tenemos en nuestro planeta, fueron traídas desde la luna en las diferentes misiones como la Luna 16, 20 y 24 o Apolo 11 a 17, excepto en la Apolo 13, varias misiones que han estado a cargo de la Unión Soviética y Estados Unidos, que nos han permitido conocer los encantos de este singular astro.
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Ir a la luna es el sueño de muchos amantes y exploradores espaciales, algo que muchos quisiéramos experimentar en algún momento de nuestras vidas, pero al que pocos podemos tener acceso. Pero existen dos científicos mexicanos que ahora serán recordados como los primeros mexicanos que ya se encuentran en la luna, pero no por haber realizado un viaje espacial hasta la allá, sino porque sus nombres ya están plasmados en uno de los cráteres lunares, pues han sido considerados como uno de los científicos mexicanos más destacados en la historia del país y en la escena internacional.
Los cráteres lunares de Luis Enrique Erro y Nabor Carrillo
El primer cráter lunar que llevó por nombre el de un científico mexicano es el Carrillo, un nombre que se dio en honor a Nabor Carrillo Flores, un cráter que tiene un diámetro de 17,85 kilómetros y se localiza en la parte visible de la luna desde la tierra, según los datos proporcionados por la Agencia Espacial Mexicana (AEM). En 1970, la Unión Astronómica Internacional, asignó en cráter con el apellido de este otro destacado científico mexicano, el cual se ubica en el lado oculto de la luna, viéndola desde la Tierra y cuenta con cinco cráteres periféricos denominados Erro D, Erro J, Erro K, Erro T y Erro V, en honor a Luis Enrique Erro Soler.
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Estos dos científicos mexicanos han sido personajes destacados de nuestro país, pues Nabor Carrillo fue un pilar indispensable para la ciencia nuclear en México. Egresado de la carrera en Ingeniería Civil por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posteriormente, doctorado en Ciencias por la Universidad de Harvard, donde se especializó en mecánica de suelos. Nabor Carrillo fue docente de la UNAM y en 1946 representó a nuestro país en una prueba atómica realizada por Estados Unidos en el atolón de Bikini en el océano Pacífico y también fue asesor de la Comisión de Energía Atómica de la ONU.
Luis Enrique Erro Soler, nació en la Ciudad de México, fue un astrónomo, matemático, escritor y político miembro del Servicio Exterior Mexicano. Es mucho mejor recordado por sus labores astronómicas, entre la que destaca el descubrimiento de 20 estrellas variables en campos de elevadas altitudes y por haber fundado la Escuela Nacional Politécnica, que dio paso a la creación del Instituto Politécnico Nacional (IPN), además fue fundador del Observatorio Nacional de Tonanzintla, en Puebla y precursor del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).